Marco Augusto Quiroa, pintor y escritor guatemalteco
Marco Augusto Quiroa, de 67 años, considerado como un referente obligado de la cultura guatemalteca contemporánea, falleció el 31 de octubre, víctima de un tumor de garganta.
Nacido en Chicacao (Suchitepéquez, costa sur de Guatemala) en 1937, se trasladó a la capital del país en 1950, en plena época revolucionaria. Gobernaba entonces Juan José Arévalo, a quien sucedió el mayor Jacobo Arbenz Guzmán, derrocado por un golpe de Estado promovido por la CIA en 1954.
Esta vivencia marcó a Maco Quiroa y a su obra, impregnada por una conciencia política de denuncia, a la cual guardó fidelidad absoluta. Fue, desde los tiempos de estudiante y al inicio de su vida profesional como pintor, "un figurativista que va del expresionismo de recreación latinoamericana a un tipo de realismo social que se nutre de las culturas populares guatemaltecas", afirma Rolando Cabrera en su obra Guatemala, arte contemporáneo 1947-1997.
En la década de los años ochenta surge con vigor inusitado la faceta literaria de Quiroa, con la cual se presenta a sus lectores "con ojos y corazón de niño, pero con sorna de gato viejo", en alusión a un apodo que el maestro se ganó a pulso por su carácter enamoradizo. "Para gato viejo, ratón tierno", según reza el refranero guatemalteco. Entre sus obras literarias destacan Semana menor (1984), Gato viejo (1989) y Recetas para escribir un cuento (1996). En el prólogo del primero se lee: "Escribí estos cuentos para que vayan por el mundo sin padre que saque la cara por ellos. Al nomás nacer los eché a la calle a que se defiendan por sí mismos, a que pregonen su verdad, que no oculten sus defectos. Si un día regresan, quiero que vengan manoseados y sucios, con las esquinas dobladas, los márgenes ensalivados y las letras gastadas de tantos ojos que los vieron".
En las elecciones generales de enero de 2004 ganó un escaño impulsado por la izquierdista Alianza Nueva Nación (ANN). Preguntado por este corresponsal el porqué de su decisión de lanzarse a la política, respondió: "Mirá, hermano, es necesario que la gente decente nos mojemos el trasero para limpiar esta casa de putas en que los politicuchos han convertido a nuestro Congreso".-
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