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Los republicanos afianzan su control de la Cámara de Representantes y del Senado

Los demócratas fracasan en su intento de alcanzar la mayoría en la Cámara alta

El Partido Republicano amplió su mayoría en la Cámara de Representantes y también se impuso en el Senado en lo que supone una doble victoria en la renovación del Congreso de EE UU. En la Cámara, los republicanos llegaron a los 231 escaños, que les proporcionan una más que holgada mayoría absoluta. Los demócratas se quedan con 200 representantes, a la espera de los resultados definitivos. En el Senado, el reparto de escaños estuvo más disputado y los demócratas intentaron arañar votos, pero finalmente los republicanos obtenían ayer 55 escaños, tres más de la mayoría absoluta.

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Con la pérdida del Senado para los demócratas, el presidente George W. Bush se asegura para su segundo mandato el control total del poder legislativo en Washington. Los republicanos ya dominaban por un pequeño margen en esta Cámara frente a los demócratas, en una proporción 51-48 sobre un total de 100 escaños. Por eso los demócratas intentaron hasta el último minuto hacerse con los votos que estaban en disputa.

El Senado renueva cada dos años un tercio de los escaños y en estas elecciones estaban en juego 34 asientos, de los que 19 estaban en manos demócratas y 15 republicanas. Finalmente, los republicanos se impusieron con 55 escaños, por 44 los demócratas. Un escaño estaba ayer todavía sin decidir. Las victorias de los candidatos conservadores en Carolina del Sur, Luisiana y Georgia no hicieron más que alejar la posibilidad de que los demócratas pudieran alcanzar su objetivo de controlar la Cámara alta mientras veían cómo los republicanos renovaban todos sus puestos, salvo en Illinois.

Pero para poder establecer el reparto de poder definitivo, todo dependía de lo que pasara también en Carolina del Norte y Florida. En riesgo estaban además los escaños de Alaska, Colorado, Kentucky y Oklahoma, aunque en los dos últimos los conservadores salieron airosos durante la noche.

El gran varapalo de la noche se lo llevó el demócrata por Dakota del Sur, Tom Daschle, líder de la minoría en el Senado, quien perdió su escaño frente al republicano Jim Thune. Es la primera vez en más de medio siglo que el líder de un partido pierde su escaño. Más contento estaba el demócrata por Illinois, Barack Obama, quien se convirtió por abrumadora mayoría en el tercer ciudadano estadounidense de raza negra que ocupa un escaño en el Senado, al ganarle la carrera electoral al conservador afroamericano Alan Keyes. Su nombre se sumará ahora a los del republicano por Massachusetts, Edward Brooke (designado en 1966), y la demócrata por Illinois, Carole Moseley Braun (1992).

Barack Obama, que se alzó en julio durante la Convención Demócrata en Boston como una de las figuras con más proyección dentro del Partido Demócrata por su abierta defensa de los derechos civiles, será el único senador negro en la Cámara alta. "¡Gracias, Illinois!", gritaba de entusiasmo el carismático político mientras le aclamaban los fieles. "¡Es un privilegio!". Era, de hecho, el único candidato negro a senador con posibilidades de ganarse una plaza en el Senado.

La victoria en la Cámara de Representantes -la Cámara baja-, por el contrario, se dio por descontada desde el primer momento para los conservadores de George W. Bush, con lo que el Partido Republicano logra extender por dos años más su hegemonía, que ya dura una década.

Mayor ventaja

Aunque las proyecciones daban incluso que los republicanos incrementarían su poder con entre seis y siete puestos más que quitarían a los demócratas, finalmente aumentaron su ventaja en tres escaños. Lo que se traduce en que los compañeros de partido de Bush ocuparán 231 asientos en la Cámara baja, frente a los 200 de los demócratas y un demócrata independiente sobre un total de 435 escaños. Tres escaños todavía no habían sido atribuidos ayer. Los liberales necesitaban conseguir 12 escaños en estas elecciones para poder imponerse en la Cámara de Representantes, algo que se reveló imposible a medida que el recuento mostraba que los republicanos habían cosechado un mayor respaldo popular que en anteriores elecciones.

La sesión de transición en el Congreso estadounidense está prevista para el próximo 16 de noviembre y a ella acudirán vencedores y vencidos, quienes cederán puestos y despachos en ambas Cámaras a sus sucesores. El nuevo periodo legislativo está previsto que arranque el próximo 3 de enero.

El senador demócrata Barack Obama, junto a su esposa y sus hijas, celebra su elección en Chicago.
El senador demócrata Barack Obama, junto a su esposa y sus hijas, celebra su elección en Chicago.REUTERS

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