El Gobierno prepara una rebaja de los gastos por la constitución y el cambio de hipoteca

El Gobierno quiere modificar la normativa para abaratar los costes asociados a las hipotecas. La reforma, anunciada ayer por el vicepresidente Pedro Solbes, se centrará en la reducción de los gastos que pagan los ciudadanos cuando constituyen una hipoteca o la cambian de una entidad financiera a otra o de interés variable a fijo. El Ministerio de Economía ha sometido a revisión todos estos gastos para decidir dónde aplicará la tijera. En la actualidad, la compra de un piso con préstamo hipotecario conlleva el pago de impuestos, gastos de notaría y comisiones que ascienden al 0,5% del capital pendiente de amortizar cuando se modifica. La rebaja se aplicará en 2005.

Cuando un ciudadano compra una vivienda debe sumar al precio de venta otro 10% en concepto de gastos varios (escrituras, subrogación de hipoteca, gestoría y tasación). Y si con el tiempo decide cambiar su hipoteca (de un banco a otro; de interés variable a fijo) deberá hacer frente a nuevos desembolsos. Por ello, la reducción de todos estos pagos extras es prioritaria para el Ministerio de Economía, que prevé que los cambios en la normativa entren en vigor en 2005. La medida podrá afectar a los más de seis millones de hipotecas que tienen los españoles.

"Lo que pretendemos son hipotecas más transparentes y que exista más facilidad para pasar de una hipoteca a otra con menores costes, de tal forma que en el caso de que los consumidores o ciudadanos quieran cambiar de un modelo a otro tengan posibilidad de hacerlo sin coste", indicó ayer Pedro Solbes a la salida de una comparecencia ante el Pleno del Senado. Economía mantiene contactos con el sector para intentar consensuar la reforma.

Bancos y cajas penalizan actualmente el cambio de hipoteca de una entidad a otra con una comisión que no puede superar el 0,5% del importe pendiente de amortizar cuando son préstamos a tipo variable. Esta tarifa está en vigor para los préstamos concedidos a partir de abril de 2003. Para los anteriores, se puede cobrar hasta el 1%. En el caso de las hipotecas a tipo fijo, esa comisión por cancelación no puede superar el 2,5%. Además, al cambiar de préstamo, el propietario de la vivienda debe hacer frente a otros gastos, como los notariales o los del Registro de la Propiedad.

A modo de ejemplo, para una hipoteca media de 100.000 euros, los gastos por cambio del préstamo de una entidad de crédito a otra serían 2.160 euros (1.160 euros corresponden a los gastos de la nueva tasación, la gestoría, la notaría y el registro; el resto corresponde a la comisión media por subrogación de una hipoteca), según datos del sector. Hay que tener en cuenta que estos cálculos son orientativos y varían en función de la entidad financiera y de las tasas que cada ciudad impone a sus registros. Si la hipoteca fuera de 180.000 euros, los gastos por cambio del préstamos serían de 2.500 euros.

El actual boom inmobiliario que vive España se ha traducido en un incremento de los precios de la vivienda del 130% en siete años, mientras se han vendido de media más de 500.000 viviendas nuevas al año en ese periodo. Cada mes se firman en el mercado español más de 100.000 hipotecas.

Los bajos tipos de interés han hecho que los compradores se hayan decantado por una hipoteca a tipo variable en más del 95% de los casos en los últimos años. Uno de los objetivos de la reforma que prepara Solbes es animar a los deudores a cambiar su hipoteca a tipo fijo, ante una posible subida de tipos, para reducir riesgos. El anterior Gobierno intentó, sin éxito, poner en marcha medidas en la misma dirección. Además, Economía quiere que las entidades informen con detalle a sus clientes de la probable evolución de tipos.