Camps y Pla pactan las condiciones para igualar el Estatut a las autonomías históricas

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, establecieron ayer los requisitos mínimos para igualar el Estatut al de las autonomías consideradas históricas. Ambos se comprometieron a incluir la capacidad de disolución plena de las Cortes Valencianas por parte del presidente de la Generalitat, a no abrir ningún debate sobre las señas de identidad propias y a incluir el nuevo marco de referencia europeo. La reforma tendrá que ser ratificada por el Parlamento valenciano antes del verano.

Populares y socialistas acuerdan no abrir ningún debate sobre las señas de identidad

"Ésta es la tercera ocasión en la que he estado aquí y es la primera ocasión en la que compruebo la voluntad del PP de avanzar en la reforma del Estatut", afirmó ayer el líder socialista Joan Ignasi Pla a la salida de una larga reunión de más de dos horas en las que se llegaron a tratar cuestiones de detalle sobre los posibles cambios estatutarios. La reunión se celebró ayer en el Palau de la Generalitat a instancias del presidente del Consell, Francisco Camps, cuyos esfuerzos por convencer a Mariano Rajoy de la necesidad de equiparar la Comunidad Valenciana a otras autonomías de las denominadas históricas como Galicia o Andalucía se vieron recompensados la semana pasada al término de la Conferencia de Presidentes Autonómicos convocada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En esa Conferencia, Galicia y Navarra se desmarcaron de la declaración de San Millán de la Cogolla del PP sobre el modelo territorial.

Así, tras lograr el aval de Rajoy, Camps se empleó ayer a fondo con Pla -la reforma necesita de los votos populares y socialistas tanto en Valencia como en Madrid- para convencerle de que es necesario aprovechar ahora la ventana que se ha abierto en el PP nacional para tramitar una reforma estatutaria que vaya más allá de la cosmética.

En este contexto, el presidente de la Generalitat y el dirigente socialista se comprometieron a no reabrir el debate sobre las señas de identidad propias y el encaje de la Comunidad Valenciana en el actual marco constitucional. Un acuerdo que pasa, esencialmente, por no modificar ni el preámbulo ni el título primero del Estatut, lo que no impide adiciones de nuevos derechos u obligaciones en la redacción. El "acuerdo marco" sobre la reforma también prevé la inclusión de la capacidad plena de disolver las Cortes Valencianas por parte del presidente de la Generalitat. Un mecanismo que, en la práctica, permitirá convocar elecciones al Parlamento valenciano con plena autonomía, tal y como sucede ahora en Andalucía, Galicia, Cataluña y País Vasco.

El principio de acuerdo también prevé la inclusión en el Estatut de la nueva realidad de la Unión Europea y la voluntad de la Comunidad Valenciana de contribuir a la construcción de esta realidad política transnacional.

El resto de cuestiones quedan pendientes de la negociación política que se producirá en el seno de la ponencia parlamentaria sobre la reforma del Estatut. Francisco Camps, que hoy recibirá a los dirigentes de Esquerra Unida Glòria Marcos y Joan Ribó en el Palau de la Generalitat para tratar el mismo asunto, aseguró: "Estamos muy cerca de conseguir el consenso fundamental". El jefe del Consell expresó su "plena satisfacción" por la reunión con Pla, ya que "los dos partidos tienen claro que el acuerdo definitivo está muy cerca". Sin embargo, queda todavía un buen número de temas pendientes de negociación sobre el alcance de la reforma estatutaria, que los socialistas llevan preparando desde hace casi tres años pese a que el PP estaba en contra de reformar cualquier Estatuto de autonomía. Un escenario que ahora ha cambiado.