Los Mossos d'Esquadra se estrenan en Barcelona en un día tranquilo

Los Mossos d'Esquadra empezaron a patrullar ayer por las calles de Barcelona, donde velarán por la seguridad conjuntamente con el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) hasta noviembre de 2005. Entonces, los Mossos sustituirán a los agentes del CNP en las tareas de seguridad ciudadana y orden público. "Representa lo que somos y lo que queremos ser", dijo ayer la consejera de Interior, Montserrat Tura. El estreno de la policía autonómica no pudo ser más tranquilo: no tuvieron que practicar ni una sola detención y sólo fueron requeridos para servicios asistenciales.

Ayer a las dos de la tarde partieron de la comisaría de la calle de Bolívia las primeras 22 patrullas de los Mossos d'Esquadra que desde ayer vigilan las calles de la ciudad en tres turnos diarios (a las seis de la mañana, las dos de la tarde y las diez de la noche) y en alguno de sus 60 coches, 20 motos o a pie. En total, son 700 agentes que durante el año de predespliegue o periodo de transición estarán bajo el mando del CNP en las funciones de seguridad ciudadana. De ellos, 450 patrullarán, 150 se dedicarán a labores de investigación y el centenar restante recabará información sobre la ciudad para hacer más fácil el despliegue definitivo dentro de un año.

En noviembre de 2005, cuando está previsto que sean destinados a Barcelona otros 1.800 agentes, los Mossos pasarán a ser una policía integral, dejando al CNP únicamente las competencias de terrorismo, extranjería y delitos de crimen organizado, aquellos que extienden su acción más allá de los límites de Cataluña.

La colaboración entre ambos cuerpos empezó el pasado verano, durante la Operación Turismo y la vigilancia del recinto del Fórum de las Culturas. Durante este año, las incidencias y los servicios que surjan serán gestionados por una sala única de mando, la del 091 de la policía, donde habrá presencia de los Mossos. Desde ahí se otorgará a un cuerpo o a otro el servicio en función del lugar donde se haya producido la incidencia: los Mossos gestionarán 11 de las 25 zonas policiales en las que el CNP divide la ciudad, aunque éste seguirá conservando el mando en todas.

La gestión de las zonas será rotatoria, de forma que cuando llegue el momento en que los Mossos sustituyan al CNP, los primeros habrán patrullado por toda Barcelona, una medida adoptada por Interior para favorecer el aprendizaje. Para entonces, la policía autonómica contará con 10 comisarías, una en cada distrito (cuatro de ellas han sido cedidas por el Gobierno; tres, por la Generalitat, y las tres últimas ocuparán suelo del Ayuntamiento).

El único ámbito en el que el Cuerpo Nacional de Policía no aceptará la participación de los Mossos es la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO), así como en sus brigadas de información, por un recelo habitual en todos los cuerpos de seguridad.

Durante su primer día, los mossos apenas tuvieron trabajo, al menos el trabajo que se espera dé una ciudad de casi dos millones de habitantes. Un desmayo, varias peleas y una tentativa de robo en un piso, cuya propietaria rehusó presentar denuncia. Ninguna detención.

Ayer también se completó el despliegue en la comarca de Anoia con la llegada de 116 agentes más, que elevan a 152 los que cubren el territorio en funciones de tráfico y seguridad ciudadana. Además, un centenar de agentes han sido enviados al Camp de Tarragona y las tierras del Ebro. "Quizá un mosso más o menos en Barcelona no sea trascendental, pero sí lo es que llegue a Barcelona el primer mosso porque representa lo que somos y lo que queremos ser", afirmó la consejera de Interior, Montserrat Tura, que indicó que trabajar con el CNP "no es ningún problema".