Europa a tiempo parcial
La tasa europea duplica a la española en esta modalidad
El trabajo a tiempo parcial parece cosa de mujeres. Según los últimos datos publicados por la oficina estadística europea Eurostat, el 10,3% de los ocupados de la Unión Europea (UE), incluidos los 10 países de la ampliación, tiene un contrato laboral de este tipo. Pero son sólo el 4,2% de los hombres ocupados frente a un 16,5% de las mujeres en la misma situación.
En la mayoría de los 25 países analizados el porcentaje de hombres que trabajan a tiempo parcial está muy lejos del de las mujeres. De hecho estas últimas al menos duplican el porcentaje masculino en 21 casos. Las excepciones son Letonia, donde están en esta situación el 7% de las mujeres frente a un 4,8% de los hombres; Lituania (6,6% frente a 4,6%); Polonia (5,6% y 4,1%, respectivamente) y Eslovenia (3,9% y 3%).
En España esta modalidad es poco utilizada. Sólo el 4,7% de la fuerza de trabajo ha reducido su jornada laboral
El desigual reparto de esta fórmula laboral no es sólo de sexos. También es geográfica. El país de la UE donde una mayor proporción de trabajadores ha visto reducida su jornada de trabajo, y con ello su sueldo y beneficios sociales, es Holanda. En ese país, el 32,8% de los ocupados está esta situación y casi llega a la mitad si sólo se tienen en cuenta las mujeres (48,7%).
Holanda encabeza la clasificación europea desde hace años porque muchos trabajadores, sobre todo mujeres, ven en esta fórmula ventajas para seguir trabajando sin perjudicar su vida personal. En la última oleada a este país le siguen el Reino Unido (17,4%), Suecia (16%) y Dinamarca (15,5%). Alemania, Austria, Bélgica, Francia e Irlanda también superan la media europea en este terreno.
Eslovaquia, a la cola
En el otro extremo de los 25 países sobre los que proporciona datos Eurostat se sitúa Eslovaquia, uno de los 10 países que se incorporaron a la UE el pasado mes de mayo. Sólo el 1,3% de los trabajadores de ese país tiene una jornada reducida. Se puede concluir que los países de la ampliación, la mayoría de la antigua órbita soviética, no han fomentado la reducción de la jornada de trabajo.
España, donde esta modalidad también es poco utilizada, es uno de los países europeos donde menos se ha desarrollado esta fórmula. Sólo el 4,7% de la fuerza de trabajo ha reducido su jornada laboral para dedicar más tiempo a sus hijos pequeños o cuidar de un familiar enfermo o, simplemente, porque es lo único que le ofrecen. Las mujeres llegan al 7,7%, mientras que los hombres apenas suponen el 1,8% de los ocupados.
Entre las razones de que el trabajo a tiempo parcial no se desarrolle en España están la resistencia de las empresas y de muchos trabajadores. De hecho una encuesta diseñada por especialistas en el mercado laboral del Instituto de Empresa sobre 600 compañías españolas constata que éstas suelen recelar de los contratos a tiempo parcial porque son difíciles de gestionar y exigen un mayor esfuerzo de organización para cuadrar los horarios de toda la plantilla.
En el otro lado, la mayoría de los trabajadores tampoco suelen ver con buenos ojos esta modalidad, en parte porque temen perder su puesto de trabajo. Muchos empleados firman estos contratos por obligación.
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