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LA CARRERA HACIA LA CASA BLANCA | La guerra de Irak

Un reportaje televisivo confirma que parte de los explosivos de Irak fueron robados tras la invasión

El Pentágono se defiende y asegura que aún hay muchos detalles del caso que se desconocen

Antes del mensaje de Osama Bin Laden, que alborotó la campaña electoral en EE UU, Irak había ocupado el centro de la escena. A la espera de la anunciada ofensiva final sobre las ciudades rebeldes de Faluya y Ramadi, se mantuvo la polémica sobre los explosivos del depósito iraquí de Al Qaqaa. Los demócratas creen que el caso ejemplifica los desmanes de la Administración de Bush en Irak, y la Casa Blanca sostiene que no está claro aún lo que pasó con los explosivos.

Los portavoces del presidente insisten en que los explosivos pudieron ser trasladados antes de la guerra o haber sido destruidos por los soldados después de la invasión. Sin embargo, las acusaciones demócratas, de que el caso ilustra la incompetencia del Gobierno, se vieron respaldadas por las imágenes grabadas por un equipo de la televisión norteamericana ABC que estuvo con los soldados de la 101 División Aerotransportada.

Las imágenes fueron grabadas el 18 de abril de 2003, nueve días después de la caída de Sadam Husein; en ellas se ve a soldados que cortan candados de, aparentemente, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y abren cajas con explosivos. Este testimonio desacredita las versiones oficiales que aseguraban que habían desaparecido antes, a manos de iraquíes o de rusos.

Pero Lawrence di Rita, portavoz del Pentágono, aseguró ayer que "hay muchas cosas que aún no sabemos", que "aunque parecía que había muchos explosivos, luego hemos sabido que no era lo que se pensaba" y que "hubo movimientos de transportes iraquíes antes y durante la guerra en Al Qaqaa".

El comandante Austin Pearson, que estaba al frente de la unidad que entró en el depósito, dijo que no vio candados de la AIEA, pero que "tampoco era eso lo que estaba buscando". Según Pearson, su unidad destruyó 250 toneladas de explosivos de ese depósito. Ni él ni Di Rita aclararon lo que pasó con las restantes 377 toneladas, aunque el portavoz sugirió que "algunas de las municiones destruidas" eran los explosivos plásticos RDX que echa en falta la AIEA.

El vídeo de la ABC y estas vagas explicaciones reforzaron la idea de que hubo explosivos y municiones que desaparecieron del depósito en la fase de saqueos y caos que se prolongó durante semanas después de la invasión. David Kay, antiguo inspector de armas de la CIA en Irak, declaró a The New York Times que las imágenes "son coherentes con lo que yo sé de Al Qaqaa" y que los iraquíes no utilizaban candados, con lo que "estoy absolutamente seguro de que esos candados eran de la AIEA".

Kerry afirmó que las explicaciones de la Casa Blanca demuestran que Bush es "incapaz de asumir sus responsabilidades". El senador machaca desde el lunes al presidente y le califica de "incompetente"; Bush le responde diciendo que "acusaba sin conocer los hechos" y que sus conclusiones son precipitadas. Su portavoz, Scott McClellan, dijo ayer que era muy posible que los soldados hubieran destruidos los explosivos: "Eso era una prioridad para nuestras tropas. Aún no sabemos exactamente lo que pasó, pero extraer conclusiones sin conocer los hechos demuestra una irresponsabilidad temeraria".

El hombre en el centro de esta polémica y de muchas otras relacionadas con la guerra, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld, se había apuntado el día antes a la tesis de que Sadam Husein retirara los explosivos antes de la invasión. El Pentágono repartió fotos con camiones en Al Qaqaa dos días antes del comienzo de la guerra, lo que puede explicar parte del destino de los explosivos. Pero el vídeo de la ABC demostró que otra parte estaba allí después de la guerra y que no se controló con suficientes garantías.

El presidente Bush, ayer en el Despacho Oval.
El presidente Bush, ayer en el Despacho Oval.AP

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