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Una colección de libros y compactos invita a conocer la poesía jugando

El sello se estrena con dos obras dedicadas a Lizardi y Lauaxeta

Maribel Marín Yarza

La poesía ocupa hoy uno de los últimos puestos en la escala de preferencias de los niños. En general, prefieren la televisión o el ordenador a la lectura; y en todo caso, la novela a la obra poética. Gaztelupeko Hotsak busca cambiar esta realidad con Ilargiak baleki, una nueva colección de libros y discos compactos que invita a conocer la poesía a través del juego. Sus primeros números están dedicados a Lizardi y Lauaxeta.

"Creo que todos somos sensibles a la poesía. Otra cosa es que en las aulas no tenga prestigio. Pero casi mejor, así no le cogen manía...", ironizó ayer Koldo Izagirre, coordinador de esta colección, en la que Juanba Berasategi es responsable de las ilustraciones y la animación.

Ilargiak baleki (Si la luna supiera), editado por Paper Hotsak, trata de tocar esa sensibilidad y hacerla despertar a través del juego con una lujosa colección de libros y compactos que se abren a otros mundos de conocimiento: desde la revolución francesa, a la dialectología. La excusa de cada número, eso sí es siempre el poema de un creador vasco.

Para su estreno en el mercado editorial, los responsables de la colección -subvencionada por el Ayuntamiento de San Sebastián y las diputaciones de Guipúzcoa y Vizcaya- han escogido a dos clásicos: el primer número es un derroche de color y animación inspirado en Parisko txolarrea, escrita por Xabier Lizardi (Zarautz, 1896- Tolosa, 1933) en 1930. Tiene su explicación. "Estos libros han sido para mi un regalo", confesó Berasategi, presidente de los productores vascos, "porque no me han puesto ningún tipo de límite".

El libro tiene un CD-Rom que puede usarse de dos maneras. Lo explicaba muy gráficamente Izagirre: "En forma de película o pinchando estrofa por estrofa". Esta última fórmula, que se quiere colgar proximamente de Internet, es la más pedagógica, la que ofrece al usuario la posibilidad de conocer juegos de palabras, hacer ejercicios lúdicos relacionados con el tema e, incluso, acceder a información histórica; en este caso, sobre episodios como la revolución francesa o el mayo del 68. "Hay una invitación a trabajar en clase", dijo Izagirre, "porque a través de estos poemas se abren muchas puertas".

El segundo número está consagrado a Lili negarra, escrito por Esteban Urkiaga, Lauaxeta (Laukiz, 1905-Vitoria, 1937), un año después.

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