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Natzaret lleva a las puertas del Ayuntamiento sus quejas por el abandono institucional

400 vecinos reclaman el fin del tráfico de drogas y homenajean al joven asesinado

Ignacio Zafra

Los vecinos de Natzaret llevaron ayer su lucha por dignificar el barrio a las puertas del Ayuntamiento de Valencia. 17 días después del asesinato del joven Carlos Estors, cerca de 400 personas se manifestaron ante el Consistorio con pancartas en las que exigían que se esclarezca el crimen y que la suya sea la última muerte. Para ello, los convocados pidieron una actuación policial encaminada a eliminar el tráfico de drogas, la prostitución y el movimiento de armas en sus calles. La jornada se completó con un homenaje a Estors en el parque en el que cayó muerto.

Lo que estaba previsto que fuera una concentración acabó convertido en una marcha que dio tres vueltas a la Plaza del Ayuntamiento. A la convocatoria respondieron unas 400 personas, entre las que estaban los familiares del joven de 23 años muerto de un disparo el 13 de octubre. Su rostro figuraba en las principales pancartas junto a un texto en el que podía leerse: El asesinato de Carlos Estors no puede quedar impune.

La Junta Coordinadora del Barri de Natzaret consiguió, tras varios intentos y cerca de las nueve de la noche, entregar en el Consistorio las 1.700 firmas que lleva recogidas para solicitar una intervención institucional en materia de urbanismo, medioambiente, dotaciones públicas, y seguridad. El texto que acompaña a las firmas es idéntico a otro redactado en 1998, y en él se pide también la eliminación del tráfico de drogas y de armas, y la investigación de las propiedades y "dudosas fuentes de ingresos" de las familias sospechosas de narcotráfico.

A ellas y a la inactividad de las administraciones atribuyen los vecinos "el ambiente de violencia y prepotencia que se respira" en el barrio y que habría llevado a "muchas familias" a abandonarlo. Una situación, subrayan, que contrasta con el importante despliegue de seguridad organizado "en torno a la Copa de América".

La manifestación comenzó con lemas que pedían el fin del tráfico de drogas y la inseguridad en esta zona del sureste de Valencia. Poco después pudieron oírse otros, como "vosotros políticos sois los responsables", o "basta ya; queremos dignidad". Por último, concentrados frente al Ayuntamiento, las críticas se centraron en la figura de la alcaldesa, Rita Barberá.

El acto, explicó uno de los organizadores, quería ser una reivindicación de un barrio marginado por las administraciones públicas, pero también un gesto de solidaridad y una petición de justicia por la muerte de un joven "hijo de todos nosotros".

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La idea de llevar sus reclamaciones al centro de la ciudad la explicaba un manifestante: "El barrio de Natzaret está harto de que no le hagan ni caso. Nos hemos venido hasta aquí para que todos se enteren de que Natzaret existe".

La jornada finalizó con la lectura de un manifiesto y la colocación de ramos de flores en el parque de Benimar, en Natzaret, el lugar en el que cayó muerto Carlos Estors. En el tiroteo, del que se ha confesado autor un adolescente de 16 años, resultó herido también Vicente G. V., quien se recupera en el hospital La Fe.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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