_
_
_
_

Camps incluye la disolución anticipada de las Cortes en la reforma del Estatuto tras hablar con Rajoy

Miquel Alberola

El presidente del PP, Mariano Rajoy, manifestó ayer al presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, que comparte la idea de proceder a una reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana que incluya la capacidad de la disolución anticipada de las Cortes. Rajoy trasladó esta opinión al presidente del Consell en la reunión que ambos mantuvieron en la sede del partido, en la calle de Génova en Madrid, tras la Conferencia de Presidentes celebrada en el Senado, a la que asistió Camps. De este modo, Camps arrancó ayer a Rajoy un compromiso que su antecesor, Eduardo Zaplana, no logró nunca de José María Aznar.

El PP apoyará a nivel nacional la reforma del Estatuto que salga de las Cortes Valencianas, así lo comunicó ayer Rajoy a Camps, con el sobreentendido de que la Comunidad Valenciana se equipare al resto de las autonomías llamadas históricas en la capacidad de disolver las Cortes Valencianas de forma anticipada, implicando la apertura de una nueva legislatura. Así, el PP impone como exigencia el cumplimiento de un doble consenso, que debe alcanzarse entre populares y socialistas tanto en el ámbito autonómico como en el nacional, un requerimiento que resultaría polémico si tuviera que trasladarse a otros territorios en los que el PP tiene una representación minoritaria.

A la salida de la reunión, Camps, haciendo pie en el documento firmado por el PP en San Millán de la Cogolla, declaró que en el proceso de reformas de estatutos y en el planteamiento de cualquier asunto relacionado con el modelo territorial, su partido siempre ha planteado que cualquier reforma de estas características debe contar con "el doble consenso" de las fuerzas políticas mayoritarias de España y de la comunidad que los propugna. En ese sentido, Camps aseguró que tanto a Rajoy como a él les "parece bien" no sólo impulsar la reforma del Estatuto de la Comunidad Valenciana, sino "incluir en esta reforma el mecanismo de disolución de las Cortes Valencianas tal y como en estos momentos aparece en los estatutos de Galicia o Andalucía".

El presidente de la Generalitat dijo que a partir de hoy trabajaría en esa línea en la ponencia correspondiente, que se encuentra en las Cortes, con las propuestas que se tengan que realizar desde cualquier ámbito político, aunque consideró muy importante como paso previo que el presidente del PP coincidiese con él "no sólo en la reforma sino en el modelo de reforma para la Comunidad Valenciana". "Tanto a Mariano Rajoy como a mí mismo nos parece bien plantear la reforma con las cuestiones que todos conocemos, entre otras, la inclusión de competencias que hemos venido recibiendo durante estos años, la inclusión de algunas instituciones importantes que se han creado durante este tiempo, y sobre todo esta cuestión que ha suscitado la reflexión política en nuestra Comunidad", refirió.

Tras las reunión mantenida ayer con Mariano Rajoy, Francisco Camps llamó al secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, para comunicarle su propósito de incluir la disolución de las Cortes en la reforma del Estatuto, una medida que siempre han defendido los socialistas valencianos ante la negativa del PP. El secretario de Política Intitucional del PSPV, Toni Such, se mostró ayer contento de que Rajoy hubiese "autorizado" al presidente de la Generalitat la reforma en profundidad del Estatuto. Such señaló que el hecho de que ahora el PP apunte sus efectivos hacia esa propuesta demuestra que el PSPV "tenía razón", aunque atribuyó la posibilidad a la nueva vía de diálogo abierta en torno a las reformas estatutarias por parte del Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero. El portavoz socialista emplazó a Camps a ser "valiente" y, conjuntamente con los socialistas, impulsar un nuevo modelo de financiación para la Generalitat.

Desde que llegó a la presidencia del Consell, Camps ha estado esquivando toda posibilidad de tener que definirse sobre la intensidad que debía contemplar el mecanismo de disolución de las Cortes Valencianas en la reforma del Estatuto. La más flagrante sucedió durante el debate de política general, el pasado septiembre, en el que fue preguntado hasta tres veces al respecto por Pla sin que diera ninguna respuesta. Mientras Camps se parapetaba tras la nebulosa fórmula del "máximo nivel", el PP en realidad estudiaba una reforma que suponía equiparar a la Comunidad Valenciana con las 10 autonomías que ya preveían en sus normas la disolución de las Cortes, Parlamentos y Asambleas por el presidente de la comunidad, aunque sólo hasta el final de la legislatura original. Son los casos de Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra y La Rioja. Canarias y las Islas Baleares carecen de esta prerrogativa presidencial, mientras las cuatro comunidades históricas -Andalucía, Cataluña, Galicia y País Vasco- son las únicas que hasta ahora gozan de la plena capacidad de disolución de sus Parlamentos y de convocatoria de elecciones para una nueva legislatura de cuatro años.

En 1998 el PP había permitido que la Comunidad de Madrid, cuyo Estatuto original era como el valenciano, se equiparara a las autonomías que ya disponían de la capacidad parcial de convocar elecciones, pero esa misma posibilidad nunca la extendió a la Comunidad Valenciana, cuyos representantes institucionales siempre prefirieron mantenerse en la indefinición a tomar partido.

Sin embargo, ayer Camps amplió su horizonte. El cambio producido en la cúpula del PP no ha sido ajeno según el entorno del ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla. "[José María] Aznar no es lo mismo que Rajoy. Es un tiempo nuevo y el nacionalismo patriótico ya no tiene sentido. Ahora el PP está impulsando reformas para no perder peso", manifestaron.

Una llave para la crisis

Tras la convulsión creada ayer en la Conferencia de Presidentes entre los representantes del PP de Galicia, La Rioja y Navarra, cuando a instancias de Ángel Acebes se presentó una declaración institucional para defender "la cohesión de España", Francisco Camps se descolgó con una propuesta de alcance territorial (propugnada desde hace años por los socialistas mientras el PP hacía oídos sordos) para sacar a la Comunidad Valenciana del pelotón de autonomías. Pero más allá de los efectos de singularización que pueda reportar ese mecanismo a la autonomía valenciana (por su posibilidad de concurrir en solitario en un proceso electoral atrayendo hacia sí todos los focos mediáticos bajo los que ahora se diluye con el resto de comunidades), a Camps se le dibuja en el horizonte un modo de poner fin a la delicada situación interna que atraviesa. Pese a que todos los vientos soplan favorables a su vela para ganar el congreso del PP del próximo día 20 de noviembre, el principal problema de Camps se encuentra en las Cortes Valencianas, en los escaños ocupados por los fervientes seguidores de su antecesor, Eduardo Zaplana. No es la primera vez que el presidente del Consell ha sufrido desplantes en la Cámara, tanto por parte de algunos diputados como del presidente de las Cortes, Julio de España. Ahora, una vez sea superado el largo proceso que culmine con la reforma del Estatuto, Camps dispondrá de un mecanismo para disolver las Cortes y aplacar la inestabilidad interna.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_