El Parlamento israelí aprueba la retirada de Gaza tras 37 años de ocupación
Miles de colonos protestan en los alrededores de la Cámara contra el desalojo de los asentamientos
Israel ha decidido retirarse de la franja de Gaza, desmantelando todos sus asentamientos, en los que viven 7.781 colonos. La decisión pone punto final a la ocupación de un territorio palestino que ha durado 37 años. Este plan de retirada, diseñado por el primer ministro, Ariel Sharon, ha contado con el apoyo de 67 diputados de una Cámara compuesta por 120 escaños. En contra han votado 45 parlamentarios, entre ellos 18 de los 38 representantes del partido gubernamental, Likud. Siete parlamentarios se abstuvieron. Miles de colonos siguieron las últimas horas de debate parlamentario desde los alrededores de la Knesset, en una de las manifestaciones más crispadas y concurridas de la historia de este país.
"Asesinamos a Rabin y asesinaremos a Sharon", decía una pintada en un edificio de Jerusalén
El plan de retirada militar de la franja de Gaza y el desmantelamiento de 21 asentamientos de la zona y otros 4 del norte de Cisjordania fue decidido anoche tras 16 horas de debate parlamentario, que se había iniciado el lunes con un largo discurso del primer ministro. Ariel Sharon hizo un llamamiento a favor del proyecto y de la unidad del país, y aseguró que el repliegue de Gaza era una concesión dolorosa que debía llevarse a término si Israel quería asegurarse su supervivencia. El debate parlamentario finalizó con un discurso del presidente del Partido Laborista y máximo líder de la oposición, Simón Peres, quien pidió asimismo a los israelíes avanzar por el camino de la paz.
El Plan de Desconexión, con el que se conoce oficialmente la retirada de la franja de Gaza, ha podido ser aprobado gracias a la obstinación de Ariel Sharon, que ha convertido el proyecto en uno de los ejes fundamentales de su carrera política, aun a costa de provocar escisiones en el seno de su partido nacionalista Likud, que se encuentra dividido sobre el tema. Pero además, el proyecto ha podido salir adelante gracias al apoyo de los partidos de izquierda, el Partido Laborista y la coalición Yahad, en la que se encuentran agrupados los laicos pacifistas del partido Meretz y los seguidores de Yossi Beilin, el promotor del Acuerdo de Ginebra y uno de los redactores de los Acuerdos de Oslo. A favor ha votado también el partido Shinui. En contra ha votado un sector del Likud, los representantes de los colonos y las formaciones religiosas.
El ministro de Finanzas y ex jefe de Gobierno, Benjamín Netanyahu, junto con otros tres ministros del partido nacionalista Likud, había solicitado minutos antes de efectuarse la votación en el Parlamento que tras el debate en la Cámara y la aprobación del texto legal se efectúe un referéndum nacional, con el que se cierren las polémicas políticas, se cicatricen las heridas y se dé legitimidad absoluta al Gobierno para ordenar la retirada. Netanyahu amenazó tras la votación con dimitir de su cargo si no se celebra la consulta. El ministro sin cartera, Uzi Landau, que votó en contra, fue destituido por Sharon. La propuesta contó con el apoyo de los sectores radicales de los colonos, representados en el Partido Nacional Religioso, que amenazaron asimismo con abandonar en dos semanas la coalición presidida por Sharon.
El plan de retirada de Gaza no ha superado aún todos los obstáculos, ya que el proyecto puede ser bloqueado en cualquier instante, gracias a unas cortapisas legales establecidas el pasado mes de junio en el seno del Gobierno por la presión de los ministros más radicales, entre ellos Netanyahu, quienes consiguieron como contrapartida a su apoyo que la aplicación de la retirada se efectúe en cuatro etapas, cada una de las cuales deberá tener la aprobación previa del Gabinete. Además, el plan podría ser boicoteado si se bloquea la ley de los presupuestos de 2005, en la que se contemplan las compensaciones y los gastos que provoca la aplicación de la retirada. Está previsto que la próxima votación en el seno del Gobierno sobre la aplicación parcial del plan se lleve a cabo en marzo.
Las últimas horas del debate parlamentario fueron seguidas por millares de colonos y militantes pacifistas, quienes se concentraron durante todo el día en el exterior del Parlamento, mientras agitaban banderas y repetían consignas. La plataforma que aglutina el movimiento colono de Cisjordania y Gaza había decretado además una jornada de huelga en todas las escuelas de los asentamientos, lo que permitió que millares de escolares fueran llevados a Jerusalén para participar en la concentración. "Debemos marcharnos de Gaza inmediatamente", gritaban los pacifistas, mientras los colonos les respondían moviendo pancartas en las que se podía leer "Judíos no expulsan a judíos". En medio de este ambiente crispado alguien había pintado en la fachada de un edificio de la capital una frase inquietante: "Asesinamos a Rabin y asesinaremos a Sharon".
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