Puntualización

En relación a la columna escrita el día 20 por Elvira Lindo, La residencia, mi organización quiere hacer las siguientes puntualizaciones: soy la presidenta de la mayor asociación gay, lésbica y transexual de este país, una federación que agrupa a 32 organizaciones con implantación en todas las comunidades autónomas, y jamás hemos pedido residencias segregadas para ancianos homosexuales o transexuales.

Por lo que yo sé, ninguna asociación en España pide dichas residencias y, como Elvira Lindo me reconocerá, estoy en mejor posición que ella para saber qué piden las organizaciones homosexuales y transexuales en España. En EE UU, por el contrario, sí que existen decenas de esas residencias y allí nadie discute su utilidad; quizá la autora haya hecho una traslación fácil: si allí se construyen, en España, también. Pues no. Nosotros solamente hemos dicho que las personas que trabajan en las residen-cias de ancianos tienen que estar preparadas para saber que también los ancianos pueden ser homosexuales y transexuales. Y que los ancianos homosexuales y transexuales tienen derechos que los profesionales deben conocer y respetar.

¿Alguien imagina cómo puede sentirse una anciana transexual en una residencia de monjas? ¿Estamos seguros de que una pareja de ancianos gays serán tratados y sus derechos como pareja respetados igual que si fueran un matrimonio heterosexual? ¿Alguien se imagina la desesperación de una pareja gay, la vulnerabilidad y el dolor que puede sentir si no se les permite demostrarse afecto, vivir juntos, si se sospecha de ellos que tienen relaciones sexuales...?

Y, finalmente, ¿alguien ha pensado que la mayoría de las personas mayores sin recursos dependen de órdenes religiosas, de esa misma religión que acaba de tacharnos de enfermos, invertidos...?

Por último, no ayuda nada, cuando estamos sufriendo una de las mayores campañas en contra de la igualdad para las personas homosexuales por parte de sectores de la extrema derecha, que alguien se sume a la crispación poniendo en nuestras intenciones cosas que son absolutamente inciertas, pero que sin duda son municiones con las que luego nos van a acribillar.