Irán rechaza la oferta europea para dejar de enriquecer uranio

El Gobierno iraní rechazó ayer una propuesta de la Unión Europea para dejar de enriquecer uranio a cambio de recibir tecnología para desarrollar energía nuclear. "La propuesta de la UE es desequilibrada, ya que la suspensión del enriquecimiento de uranio de manera indefinida no es aceptable", dijo el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, Hamid Reza Asefi, en rueda de prensa en Teherán. Irán incrementa con este rechazo la probabilidad de que el Consejo de Seguridad de la ONU le imponga sanciones en un futuro próximo.

La oferta había sido presentada por Alemania, Reino Unido y Francia, habituales interlocutores europeos de Irán en los esfuerzos de la comunidad internacional por esclarecer la naturaleza de los programas nucleares iraníes. Según fuentes diplomáticas, el rechazo a la propuesta podría obligar a la UE a respaldar la postura de EE UU en el seno del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), donde Washington pugna por adoptar sanciones contra Teherán.

Husein Musavian, uno de los más importantes negociadores iraníes en el contencioso nuclear, reconoció que existe esa posibilidad de sanciones. "Irán está completamente preparada para las posibles consecuencias", declaró a la agencia Reuters. El OIEA celebrará el próximo 25 de noviembre una reunión para estudiar de nuevo el cumplimiento por parte de Irán del Tratado de No Proliferación Nuclear.

El Gobierno de EE UU acusa a Irán de querer elaborar armamento nuclear e impulsó en la OIEA la exigencia de que Teherán permita la inspección de sus instalaciones atómicas y suspenda el enriquecimiento de uranio, esencial para confeccionar ese tipo de armas. Irán insiste, por su parte, en que sus programas nucleares no tienen fines bélicos y sólo están destinados a generar energía eléctrica.

El portavoz del Ministerio de Exteriores expresó su confianza en que Europa suavice su propuesta. "Vemos la oferta europea como una propuesta preliminar, no final. Continuaremos negociando", afirmó.

Fuentes diplomáticas señalan que las tácticas negociadoras del Gobierno de Teherán pueden estar orientadas bien a ganar tiempo, bien a lograr más concesiones por parte de los países europeos. Un diplomático europeo, sin embargo, comentó ayer: "Los iraníes corren el grave peligro de interpretar mal lo decididos que estamos esta vez".

A cambio de abandonar el enriquecimiento de uranio, los europeos se comprometían a garantizar el abastecimiento del carburante para el reactor y a proporcionar ayuda para que Irán construyese un reactor de agua ligera. Además, los europeos prometían reanudar las conversaciones sobre comercio y cooperar con Teherán contra el terrorismo y el tráfico de drogas. "Las zanahorias son demasiado vagas y los iraníes no confían en las garantías", comentó un diplomático europeo. Por su parte, el negociador nuclear iraní, Husein Musavian, expresó su confianza en que se pueda alcanzar un acuerdo antes de la próxima reunión del OIEA y evitar que el caso llegue al Consejo de Seguridad.

Washington no parece tener tanta paciencia como los europeos y considera que Teherán está ocultando un programa nuclear del que debe ser informado el Consejo de Seguridad. Pese a todo, el Gobierno iraní cree que, llegado el caso de que la ONU tratara de imponerle sanciones, dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad como Rusia o China las vetarían.

En un nuevo gesto de desafío, Teherán anunció ayer que el Centro de Conversión de Uranio de Isfahan, una de las instalaciones atómicas iraníes que el OIEA quiere que sean paralizadas, está a punto de ser terminado. "Está ya operativo en un 70%", afirmó Mohamad Ghanadi, vicedirector de la Organización de Energía Atómica iraní.