Las recién tituladas cobran un 8% menos que los varones, según datos de la Universitat

La retribución de las mujeres tituladas está un 8% por debajo de lo que cobran sus colegas masculinos. Ocho de cada 10 titulados han continuado su formación tras obtener el título. Dos de cada tres titulados han encontrado trabajo en menos de seis meses tras finalizar sus estudios. La mayoría, casi 9 de cada 10 encuestados ocupados, encuentra su primer trabajo en la localidad o la provincia de residencia. Estos son algunos de los datos obtenidos en el primer estudio de inserción laboral realizado por la Universitat de València entre sus titulados, a través del Observatorio de Inserción Profesional y Orientación Laboral (Opal), que presentó públicamente el informe la semana pasada.

El bajo grado de movilidad "reduce la posibilidad de empleos de calidad", según Peiró

Ocho de cada 10 titulados han seguido su formación tras obtener el título

El estudio se ha realizado entre 2.007 personas de 26 a 30 años de edad que obtuvieron su titulación en la Universitat entre los años 1999 y 2002. Un 77,8% se ha manifestado independiente económicamente en la actualidad. Casi la mitad de los miembros de esta muestra se considera de clase alta o media alta. Un cuarta parte se vincula a la clase media y otro cuarto se ubica en la clase media baja o baja.

En esta primera fase, el estudio del Observatorio se ha centrado en 14 titulaciones de las distintas áreas de conocimiento: Matemáticas, Química, Física, las ingenierías Electrónica e Informática, Farmacia, Fisioterapia, ADE, Psicología, Filología Hispánica, Historia, Geografía y Maestros en Educación Infantil.

Hay titulaciones en las que el índice de ocupación supera el 90%, como es el caso de Fisioterapia, según señaló José María Peiró, director del Opal. Es también elevado en el caso de Ingeniería Informática y Electrónica o ADE, con cifras similares, mientras que en otras, como Geografía o Biblioteconomía, el índice se sitúa en el 70%. No obstante, "no hay ninguna titulación con un nivel bajo" de empleo en sentido estricto.

Datos como el de que dos de cada tres titulados encuestados hubieran encontrado su primer empleo en menos de seis meses tras finalizar los estudios, pone de relieve, según Peiró, que "no se puede sostener el cliché de que la universidad es una fábrica de parados". Entre los diez factores más relevantes a la hora de hallar un primer empleo, los encuestados situaban en primer lugar "tener una titulación universitaria" y dejaban al final de la escala el expediente académico y los conocimientos de inglés. La percepción variaba entre quienes gozan de un trabajo muy relacionado con su titulación y quienes no.

Según el estudio de la Universitat de València, el 81% de los titulados entre 1999 y 2004 se encontraban activos en el momento de hacer la encuesta. Es decir, que o bien trabajan o bien buscan empleo. El 94% de los encuestados ha trabajado en diferente medida desde que se tituló. La media es de 32 meses trabajados. Sólo un 10% de los titulados que, al menos, busca empleo, ha manifestado que la mayor parte del tiempo ha estado sin trabajo. El ideal de muchos padres, es decir que el primer contrato de trabajo tras la titulación sea por tiempo indefinido, se hizo realidad para uno de cada cuatro encuestados.

Más de la mitad de los empleos desempeñados ha sido de carácter temporal. Un 47% ha tenido un solo trabajo, el 20% dos, y el resto, tres o más empleos. Como dato positivo, Peiró subraya que casi la mitad de los encuestados que han tenido más de un trabajo, han dejado el anterior empleo por motivos voluntarios. Es decir, que se trata de una opción personal, a menudo por mejorar con una nueva oferta. Más de la mitad, sin embargo, se queda sin trabajo a su pesar, es decir, "involuntariamente".

"Una de las funciones de la universidad es hacer empleables a los titulados en trabajos que tienen que ver con su nivel de cualificación", puntualizaba el director del Observatorio. En ese sentido, dos de cada tres encuestados han asegurado que su primer empleo ha tenido mucha o bastante relación con su cualificación, frente a un 35% que ha afirmado tener un empleo que no requiere titulación.

En cuanto al nivel de satisfacción con su trabajo, en una escala de 0 a 10, los encuestados ocupados mostraban un grado de satisfaccción medio del 7,7, una puntuación que se reduce a 6,4 cuando se refieren al sueldo y al 6,3 si hablan del tipo de contrato.

El salario medio neto que perciben los encuestados varones es de 1.150 euros, mientras que se reduce a 1.058 euros para las mujeres empleadas, lógicamente debido, como ratifica el director del Opal, "a la situación de discriminación que todavía existe en el mercado laboral". Por otro lado, Peiró destacó el hecho de que nueve de cada diez titulados con empleo desarrollaran la actividad profesional en su localidad o provincia, un grado bajo de movilidad que, a su juicio "reduce la posibilidad de empleos de calidad". Como explicación plausible a este dato se refirió a "la estructura de valores de la sociedad", que da prioridad a permanecer en su lugar de residencia y a la estabilidad en el empleo, frente a una mayor calidad o cualificación profesional.

Peiró señaló también que los datos recabados "son importantes para los responsables del diseño de la docencia". Estos y los gestores académicos pueden hacer uso de estudios como éste para conocer puntos fuertes y débiles de las titulaciones de cara a las modificaciones exigidas por la converegencia europea. El director del Opal subrayó la necesidad de "dar mayor valor a las competencias profesionales que se demandan en el mercado laboral.