Sarkozy exige más espacio para la religión en Francia
A un mes de abandonar el Gobierno para hacerse con la presidencia del partido gubernamental, UMP, Nicolas Sarkozy lanza una operación casi herética en el país de Voltaire. El polémico jefe de la derecha sacude los cimientos de la laicidad y se erige en defensor de dar más espacio al hecho religioso, en una larga entrevista que se publicará la semana que viene en forma de libro.
"La única religión de los jóvenes no puede ser la de la violencia, la droga o el dinero", afirma Sarkozy en el libro en cuestión, según los extractos anticipados por la revista semanal de Le Figaro. Esto debería conducir a instaurar la enseñanza religiosa en la escuela, enseñando la aportación cultural de cada religión al patrimonio común de la humanidad.
La publicación coincide con el goteo de expulsiones de adolescentes musulmanas de los colegios públicos, víctimas de la prohibición legal de signos religiosos en la escuela. Sarkozy, que se opuso inicialmente a esa ley, defiende la ruptura de tabúes a favor de la integración de los cinco millones de musulmanes en Francia y propone que se financie su culto para sacar al "islam de los garajes".
Libro polémico
El libro en cuestión no sólo promete una polémica con los sectores laicistas, sino otra muestra más de sus diferencias con el presidente de la República, Jacques Chirac, padrino de la ley contra los signos religiosos en la escuela. Sarkozy también choca con Chirac en la insistencia para implantar la "discriminación positiva" a favor de las minorías, principalmente los musulmanes, elevando a algunos de ellos a puestos de relevancia pública para que las jóvenes generaciones, nacidas de la inmigración, tengan clara la voluntad estatal de integrarles.
No es frecuente que los políticos franceses hablen de religión. Por eso resulta aún más llamativo que Sarkozy se confiese católico y defienda una versión "más activa" del concepto de laicidad, que a su juicio permitirá a cada uno beneficiarse de la libertad religiosa.
La operación en pro del espacio religioso en Francia es la tercera iniciativa de envergadura que lanza Sarkozy en su larga campaña por la presidencia de la República Francesa, tras la apuesta por la seguridad -mostrada a su paso por el Ministerio del Interior- y los regalos fiscales a las clases medias y los sectores acomodados del país, que ha promovido desde su actual cartera de Finanzas.
