Un utilitario con clase y sentido práctico
La imagen y tecnologías de Mercedes en el tamaño de un utilitario, y con el espacio interior de otros modelos más grandes. Y también con unos precios altos, como corresponde al carácter elitista de la marca. El nuevo Clase A es la evolución lógica del anterior: actualiza su imagen, perfecciona sus virtudes prácticas y suple sus carencias, sobre todo dinámicas, para convertirse en un utilitario muy práctico como segundo coche.
Línea más estilizada y deportiva
El Clase A fue el primer Mercedes pequeño y tuvo un bautizo accidentado: volcó en unas pruebas realizadas por periodistas nórdicos y provocó una gran polémica. La crisis se resolvió incluyendo el ESP de serie, lo que popularizó el sistema de seguridad. Para reducir el riesgo de vuelco que provocaba la altura de la carrocería se endurecieron las suspensiones y se montaron ruedas de perfil más bajo, dos soluciones de emergencia que penalizaron el confort. Ello no impidió que la marca haya vendido 1.100.000 unidades desde 1997.
La segunda generación resuelve los problemas de sus inicios y es más equilibrada. Las dos versiones anteriores, corta y larga (3,66 y 3,78 metros), han dejado paso a una de 3,83 metros, ahora con tres y cinco puertas. Pese al aumento de tamaño, conserva las proporciones, aunque con una línea más afilada y deportiva. El frontal en cuña incluye unos faros modernos. El lateral ascendente y las aletas resaltan el carácter. Y el trazo descendente del techo se funde con una zaga abombada que tiene un portón bien integrado. Se parece mucho al anterior, pero con una imagen más estilizada y una aerodinámica mejor (CX: 0,29).
El Clase A tiene una carrocería monovolumen muy peculiar, con una estructura sándwich que permite alojar la mecánica bajo los pies de los pasajeros delanteros. Esta solución permite aprovechar mejor el espacio y ofrecer un habitáculo más amplio y largo que el de otros coches más grandes, pero con la longitud de un Opel Corsa. Además, el tamaño de las puertas y la altura facilitan el acceso y permiten ir sentado más alto y en una posición más natural.
Un interior muy bien aprovechado
Con nueve centímetros más de anchura interior, ofrece unas plazas delanteras amplias y buenos asientos. Y atrás, permite alojar a tres adultos con un espacio para las piernas similar al de una berlina media. El conjunto se completa con un maletero de 435 litros, muy grande para el tamaño exterior.
La modularidad es otra gran virtud del Clase A y permite plegar los asientos y sacarlos para aumentar la capacidad de carga. Pero hay pocos huecos: un posavasos y repisa junto al freno de mano, bandeja bajo el volante, bolsas para botellas en las cuatro puertas y una buena guantera. En cambio se ha mejorado mucho el acabado, con un diseño más elegante, plásticos de más calidad y una presentación más acorde con los precios de Mercedes. Pero sigue siendo más ruidoso de lo deseable.
La gama del Clase A incluye seis motores: 150 (95 CV), 170 (116 CV) y 200 (136 CV) en gasolina y los 160 (82 CV), 180 (109 CV) y 200 CDi (140 CV) del turbodiésél. Se venden en carrocerías de 3 y 5 puertas (entre 900 y 1.000 euros más) y con tres acabados, Classic (básico), Elegance (lujo) y Avantgarde (deportivo). El primero incluye lo más importante: cuatro airbags, ABS, ESP, aire, ordenador de viaje... Pero los airbags de cortina y otros detalles (apoyabrazos...) son opcionales.
Conclusión
El Clase A es un coche pequeño y muy práctico. Tiene una línea elegante, un interior funcional y un maletero generoso. Ofrece la calidad mecánica de Mercedes, un buen comportamiento y un completo equipo de seguridad. Pero exige pagar un sobreprecio alto frente a los coches de su tamaño.
AMPLIO Y MUY MODULABLE
El diseño interior del nuevo Clase A está más cuidado que en el modelo anterior y presenta una calidad de acabado más cercana a la de las berlinas de la marca. Se aprecia en el volante, el salpicadero y la consola central, que presentan un aspecto más elegante y elaborado. Pero la gran virtud de este coche es el aprovechamiento del espacio. Así, las plazas traseras permiten ir sentado más alto de lo normal y en una posición cómoda y natural. Y sobre todo ofrecen un espacio para las piernas similar al de muchas berlinas de 4,5 metros.
El otro argumento destacado del Clase A es la modularidad interior. Los asientos posteriores se reclinan en dos partes y convierten el interior en una minifurgoneta con capacidad para llevar de todo: bicicletas, muebles... Además se ofrece un paquete opcional que permite reclinar el respaldo del copiloto para llevar bultos muy largos, y sacarlo junto con los asientos traseros, que se desmontan por partes. Y cuesta 422 euros. Pero el maletero con las cinco plazas en posición normal ofrece ya una capacidad destacable y superior a la de cualquier modelo de su tamaño (435 litros).
En la zaga del pequeño Mercedes se aprecia bien el aumento de la anchura de vías y el mayor tamaño de la luneta trasera, que mejora la visibilidad.
LA IMAGEN SE PAGA
El Clase A compite con varios tipos de modelos. Por tamaño y precio, sus rivales son los utilitarios de prestigio: Audi A2 y Mini. Por concepto, es la alternativa elitista a monovolúmenes pequeños sofisticados, como el Lancia Musa. Y por espacio interior puede competir con los compactos más exclusivos: VW Golf y BMW Serie 1.
El nuevo Mercedes cuesta sólo 100 euros más que el A2, y ambos incluyen un equipo de serie y prestaciones similares, aunque el Audi gasta un litro menos. Sale 200 euros más caro que el Golf 1.9 TDi, pero el VW tiene dos airbags más, y también unas aceleraciones inferiores. En cambio, el Clase A es 3.500 euros más barato que el BMW 118d, que también viene de origen con seis airbags y añade unas prestaciones superiores. Y cuesta 3.600 euros más que el Lancia Musa, que incluye lo mismo que el Mercedes: cuatro airbags, ABS...
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