"La relación entre marroquíes y españoles es buena, aunque no idílica"

Coautor de la edición de 2004 del nuevo Atlas de la inmigración marroquí en España, el catedrático de Historia del Islam de la Universidad Autónoma de Madrid Bernabé López (Granada, 1947), ha visitado Bilbao para inaugurar el postgrado sobre emigraciones organizado por la UPV. Conocimiento y respeto son sus reclamaciones para un grupo de cerca de 400.000 personas cuya convivencia con los españoles es "mayoritariamente buena, aunque no idílica".

Pregunta. ¿Cómo describiría la inmigración marroquí en España?

Respuesta. Es una emigración laboral, llegada de un país muy cercano que es percibido como algo muy ajeno y extraño. Su cualificación profesional es escasa y llegan a España con una reinvención de lo que pueden encontrar. Vienen con la idea de hallar un El Dorado, algo que está muy lejos de la realidad. Su deseo es hacer fortuna y volver a Marruecos, pero la mayoría se queda. La emigración marroquí, a diferencia de lo que ocurría años atrás, es familiar. Ambos factores harán que nazcan generaciones de futuros españoles, cuyo grado de religiosidad será mayor o menor en función de las oportunidades que se les ofrezca. Y hasta que no tengan derechos ciudadanos completos no serán ciudadanos de primera, sino de segunda, con comportamientos también de segunda.

P. ¿Y su convivencia con el resto de la ciudadanía?

R. En mi opinión, es mayoritariamente buena, aunque no idílica. Eso sí, cuando se les trata como personas y no como animales, como en El Ejido. El problema es que el fenómeno de la inmigración marroquí en España ha llegado de sopetón y además el marroquí tiene una consideración baja, muy por debajo, por ejemplo, del latinoamericano.

P. ¿En qué ámbitos se produce una mayor fricción?

R. El tema cultural es un generador de fricciones a causa de los miedos y temores de la sociedad de acogida. Existe una imagen muy negativa de la sociedad islámica y muy equivocada. Los niños deberían aprender que en el islam de verdad Jesús es una figura venerada, la Virgen María también, que promueve el respeto de las otras religiones monoteístas... El islam en la escuela es un capítulo fósil del pasado o de la violencia del presente.

P. ¿Cuáles son los principales problemas de integración?

R. La integración es cosa de dos. En España hay prejuicios muy asentados, y ya no hablo de la mal llamada Reconquista, sino de los últimos 150 años, en los que, con las guerras coloniales de por medio, las relaciones entre Marruecos y España han sido muy tensas. Se han generado prejuicios a los que se han sumado el complejo de inferioridad del español frente al resto de Europa, que provoca como defensa un prejuicio de superioridad frente a otros países más pobres, como Marruecos.

P. ¿Por qué se asocia la inmigración marroquí a la ilegalidad?

R. Las pateras son llamativas, pero la atención que se les presta hace que la gran mayoría sean localizadas e interceptadas. Aunque la imagen de la emigración marroquí es la de una gran presencia de ilegales, la realidad es otra. Frente a colombianos, ecuatorianos o rumanos, por ejemplo, el porcentaje de ilegales es mucho menor.