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Irán, en el punto de mira de Israel

El Gobierno de Sharon se siente amenazado por el avance del programa nuclear de Teherán

"Los próximos meses van a ser cruciales", advierten altos funcionarios del Gobierno israelí consultados en Jerusalén. El Ejecutivo de Ariel Sharon no está dispuesto a que Irán se haga con el arma atómica y ha desplegado, por el momento, sólo su capacidad diplomática para poner freno a los planes nucleares del régimen de Teherán. "Estamos concentrados en las vías diplomáticas para que suspendan el enriquecimiento de uranio. A finales de noviembre, Estados Unidos va a someter el asunto al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Si no abandonan su programa, no es posible decir cómo reaccionaríamos, sería irresponsable. Pero estaríamos ante una situación extremadamente peligrosa". Irán, que siempre reitera que su programa nuclear tiene fines pacíficos, está en el punto de mira de Israel.

El Estado judío, que no ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear y cuyos dirigentes nunca niegan que almacenan cabezas atómicas, responden indefectiblemente a la pregunta de si el Estado hebreo dispone del arma nuclear: "Israel no será nunca el primer país en utilizar la bomba atómica". Y no aceptan que ningún país árabe sea capaz de romper su superioridad militar.

Altos funcionarios aseguran que "el régimen de Teherán concentra sus esfuerzos en producir los materiales necesarios para fabricar la bomba nuclear". "El problema", añaden, "no es cuándo la tendrán, sino cuándo dispondrán de la capacidad técnica para fabricarla. Si logran continuar con su plan, podrían ser potencia nuclear en 2006 o 2007. Hoy estamos en un momento crítico".

Los responsables del Gobierno en asuntos estratégicos subrayan que Irán cuenta ya con una instalación para enriquecimiento de uranio en Natanz; con una fábrica de agua pesada en Arak; construye un reactor nuclear en Bushehr, y dispone de una fábrica en Isfahán para elaborar gas UF6, necesario para el enriquecimiento de uranio para fines militares. Y, por supuesto, Teherán ya ha anunciado que posee misiles capaces de alcanzar territorio israelí.

La semana pasada se presentó en la Universidad de Tel Aviv el Balance Estratégico Anual para Oriente Próximo del Centro de Estudios Estratégicos Jaffee. El profesor Shai Feldman destacó: "Irán está más cerca que nunca de conseguir material de fisión esencial para fabricar bombas nucleares. Y Estados Unidos parece más cerca que nunca de emplear la fuerza para impedir que Irán complete su programa nuclear".

Pero si no lo hace el aliado estadounidense, no escasean en Israel los que abogan por imitar el ataque que en 1981 redujo a cenizas el reactor nuclear de Osirak, al sur de Bagdad. Aunque el escenario encierra diferencias sustanciales. Efraim Kam, vicedirector del centro, hace hincapié en que "cualquier ataque sería muy complicado y no se parecería al de 1981 contra el reactor de Osirak. Irán aprendió y ha esparcido sus instalaciones". Feldman discrepa: "Eso no debería impedir el ataque. Tiene lógica una operación contra Irán incluso desconociendo la localización de cada instalación, porque eliminando los objetivos conocidos, los que producen uranio enriquecido y agua pesada, se lograría una importante degradación de su potencial nuclear".

Shlomo Brown, analista del centro de estudios, opina que "la opción militar contra Irán existe". Pero, a su juicio, "es muy problemática. Va más allá de la capacidad de las Fuerzas de Defensa israelíes. Irán está muy lejos y para alcanzarlo debes sobrevolar Jordania, Arabia Saudí, Irak u otros países del golfo Pérsico. Puedes enredarte en el camino. Y es difícil imaginar que Estados Unidos cooperaría o coordinaría esta operación, porque, de hacerse público, ello dañaría enormemente su posición, que ya se encuentra en su punto más bajo en Oriente Próximo".

Pero el estudio también analiza la eventualidad de que Teherán lograra convertirse en potencia nuclear. Brown sostiene que teóricamente podría alcanzarse un equilibrio entre Israel e Irán. Pero un Irán con armas atómicas "podría provocar una reacción en cadena en países como Egipto y Arabia Saudí, lo que desestabilizaría Oriente Próximo. Prefiero pensar que los mulás [clérigos] de Teherán serían más responsables una vez obtenida la bomba". No obstante, los funcionarios israelíes concluyen unánimemente: "No nos colocaremos en situación de comprobarlo.

¿Y por qué no preocupa en absoluto en el Ejecutivo israelí que un país musulmán como Pakistán sí posea armas nucleares?: "No tenemos relaciones diplomáticas ni enfrentamientos. Están volcados en el este. Irán hace continuos llamamientos a la destrucción del Estado de Israel, Pakistán no nos amenaza. Controlan su capacidad nuclear. No sé si serán más responsables en Irán si dispusieran de la bomba, pero no queremos descubrirlo".

El presidente de Irán, Mohamed Jatamí, se dirige a los periodistas tras una sesión de su Gabinete, ayer en Teherán.
El presidente de Irán, Mohamed Jatamí, se dirige a los periodistas tras una sesión de su Gabinete, ayer en Teherán.EFE

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