Wall Street apuesta a caballo ganador
Los inversores esperan una victoria de Bush, pero están preparados para un triunfo de Kerry
La atención de Wall Street se centra estos días, a diferencia de otras elecciones, más en la dramática evolución del precio del petróleo que en la contienda política por el control de la Casa Blanca. Pero no puede negarse que parte de la volatilidad y de la ansiedad que se ve en el parqué neoyorquino sea también un reflejo de la ajustada batalla política. Los inversores apostaban hasta hace tres meses claramente por la reelección de George W. Bush el próximo 2 de noviembre, al que consideran aún su preferido. Pero tras los debates televisados, el tono ha cambiado y se empieza a asumir la idea de llegar a ver al aspirante demócrata, John Kerry, ocupar el despacho oval.
La evolución de los mercados las semanas previas a las elecciones presidenciales podría ser otro de los elementos clave que puede hacer mover el voto hacia uno u otro bando en los Estados donde cualquiera de los contrincantes podría ganar. Si fuera sólo por esto, el presidente Bush lo tendría difícil con vistas a los inversores por un borrón doble: el de haber presidido una era en la que los mercados perdieron más del 18% de su valor en cuatro años y el de registrar en su primer año de mandato el mayor desplome de la historia en las bolsas de todo el mundo, a raíz del estallido de la burbuja tecnológica, la crisis que siguió, los atentados del 11-S, los escándalos financieros y las tensiones geopolíticas.
"El mercado está a favor del poder y de los que pueden ganar", afirma una profesora
"Pase lo que pase, a Wall Street no le pillará por sorpresa", según la empresa ValueLine
La realidad es que la Bolsa se comporta mejor con los demócratas al frente del país que con los republicanos. Desde 1945, el Standard & Poor's 500 (el índice de los 500 primeros valores de Wall Street) ganó un 10,7% de media con los demócratas en la Casa Blanca, frente al 7,6% de los conservadores. Otro dato más. La media dice que en el primer año de mandato de los presidentes demócratas, la subida es del 14,2%, mientras que con los republicanos la Bolsa cae un 2,4%. Pero hay más factores que juegan hasta el final de la carrera, por eso en Wall Street se intenta ver todo con una perspectiva más amplia y con más pragmatismo, para evitar hacer la reflexión de que si se apoya a Bush se está diciendo que la economía es fuerte o si se apoya a Kerry porque es débil.
"Ninguna de estas reflexiones es útil para los inversores", afirman desde el banco de inversiones Merrill Lynch. Los mercados financieros, en una contienda tan ajustada, evitan pronunciarse abiertamente a favor de uno u otro candidato y se limitan a hablar de "posibilidades" de victoria. A menos de dos semanas para que los electores se pronuncien en las urnas, los inversores de Wall Street pronostican una victoria del presidente George W. Bush. Según la última encuesta de Standard & Poor's, un 55% de los inversores prevé una victoria de Bush y sólo un 25% se decanta por Kerry. En otro sondeo, Merrill Lynch señala que una gran mayoría de los inversores sigue esperando una victoria de Bush (56%, frente al 25% de Kerry), pero la diferencia entre los dos candidatos se reduce en comparación con las encuestas anteriores (hace un mes, el 66% esperaba una victoria de Bush y el 20% la de Kerry).
La comunidad de inversores en Estados Unidos suele decantarse normalmente por los conservadores porque sus políticas están asociadas con una carga fiscal más baja para las empresas y con la limitación de las reglamentaciones.
Pero estas elecciones son diferentes por muchas cosas, entre otras por cómo se percibe en el parqué, y los inversores son mucho más prácticos. Valga de ejemplo que de los casi 600 millones de dólares recaudados por los candidatos para la financiación de sus campañas electorales, la parte de fondos que proviene de Wall Street está repartida de una forma más equitativa entre demócratas y republicanos, cuando históricamente se decantaba de una forma desproporcionada hacia los conservadores. Merrill Lynch se mantiene en la línea tradicional, al dirigir el 72% de sus donaciones a Bush. Mientras que Lehman Brothers ha dado el 63% a la campaña de Kerry.
La incertidumbre que antes del verano rodeaba a la figura de John Kerry, sobre todo en las cuestiones económicas, por el miedo a las subidas de impuestos, empezó a disiparse tras los debates televisados. Poco a poco los inversores han empezado a sentirse más confortables con la batalla política, hasta el punto de que no parecen preocuparse por quién será el próximo presidente, como apuntan en JP Morgan y Jefferies. "Los inversores están preparados para un resultado diferente" a la reelección de George W. Bush, señalan, entre otros, en Schwab. "El mercado está a favor del poder y de los que pueden ganar las elecciones", señala una profesora de política de la Universidad de Pensilvania.
Uno de los motivos que explica esta apertura de mente entre los inversores hacia el senador demócrata, al margen de afiliaciones políticas, es que puede hacer frente mejor al problema del déficit federal que el actual presidente. O simplemente ansían un cambio de Gobierno. "Hay sectores que piensan que la política exterior de Bush está penalizando a sus negocios fuera de Estados Unidos", señala la profesora. A favor de George W. Bush, lo que prima entre los inversores es la idea de que hará un mejor trabajo para mejorar el crecimiento económico.
Hay otro detalle que no se puede obviar: Kerry puede salir elegido presidente sin que pueda controlar un Congreso dominado por los republicanos, lo que impediría que prosperaran muchas iniciativas que ahora asustan a los mercados, como el incremento de los impuestos a las personas más ricas del país. "Pase lo que pase el 2 de noviembre, a Wall Street no le pillará por sorpresa", afirman en la gestora de inversiones ValueLine. "Lo peor para el mercado", concluyen en Wachovia Securities, "es que lleve un mes decidir la elecciones", como sucedió en los últimos comicios por los problemas de recuento en Florida.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.