Bono expurga los archivos del EMAD sobre el Yak-42

El ministro de Defensa, José Bono, sorprendió el pasado miércoles a los miembros de la División de Operaciones del Estado Mayor Conjunto. Acompañado por sus más cercanos colaboradores, se presentó en la sede del Estado Mayor de la Defensa (EMAD), en la madrileña calle de Vitrubio, y reclamó la documentación sobre el accidente del Yak-42, en el que murieron 62 militares españoles el 26 de mayo de 2003 en Trabzon (Turquía). Los expedientes de los vuelos utilizados para el traslado de las tropas españolas a Afganistán, que se fletaban por el Emacon a través de la agencia NAMSA de la OTAN, se guardan en un armario cerrado. El ministro examinó los documentos y, en un momento determinado, reclamó llevárselos consigo para estudiarlos con más detenimiento. La demanda causó inicialmente cierta sorpresa. Al final, se elaboraron dos listados de los informes retirados y uno quedó en el Emacon debidamente firmado. La documentación, que ocupaba tres cajas, fue trasladada bajo custodia a la sede del Ministerio de Defensa, a escasa distancia, al otro lado del Paseo de la Castellana, y se devolvió al día siguiente.

La visita del ministro se produjo sobre las once de la mañana, mientras el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, y los otros tres miembros de la cúpula militar se encontraban en el Congreso de los Diputados, informando sobre los presupuestos de su departamento para 2005.

Bono comparecerá mañana ante el pleno de la Cámara baja en un debate monográfico sobre el accidente del Yak. Familiares de los militares fallecidos asistirán al pleno, en el que Eduardo Zaplana intervendrá como portavoz del Grupo Popular. Un total de 19 de estos familiares han dirigido una carta al presidente del Gobierno en la que le piden que "sea coherente con su palabra" y apoye la creación de una comisión de investigación parlamentaria que depure las responsabilidades políticas por este caso.

Además de preparar este pleno, Bono debe contestar a la demanda de información de la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios. La magistrada reclamó a Defensa la "información previa" que, en diciembre de 2003, elaboró el coronel Ricardo Fortún por instrucciones del entonces ministro Federico Trillo-Figueroa. Aunque el informe es globalmente exculpatorio para el anterior equipo de Defensa, reconoce que las 14 quejas presentadas por los militares sobre el mal estado de los aviones ex soviéticos no fueron atendidas, ni subsanadas las deficiencias, algunas de las cuales afectaban a la seguridad de los vuelos.

La juez Teresa Palacios debe decidir también en breve si atiende la demanda de las familias para que se exhumen los restos de los 30 cadáveres que fueron mal identificados, una vez que las pruebas de ADN realizadas por el Instituto de Toxicología han determinado a quién pertenece cada resto. Estos cadáveres fueron entregados sin identificar por las autoridades turcas a los dos generales enviados por el Ministerio de Defensa.