Francia crea un grupo de investigación económica frente a la globalización
El Ministerio francés de Economía anunció ayer la creación de un grupo denominado de "inteligencia económica" y dedicado a la reflexión de las estrategias del país y la "anticipación de los efectos de la globalización". El establecimiento de esa estructura se produce tras los polémicos intentos de intereses extranjeros para controlar sociedades francesas, o la destrucción de empleos por la fuga de empresas a países más competitivos.
El concepto de "inteligencia económica" engloba la información sobre los negocios, la información industrial y la protección de empresas contra la dominación exterior. La defensa de los sectores estratégicos ha sido una de las líneas seguidas con mayor tenacidad por el ministro, Nicolas Sarkozy, que ha intervenido enérgicamente para impedir la toma de las principales empresas farmacéuticas francesas por competidores extranjeros y se ha opuesto a entregar el grupo industrial Alstom a su competidor alemán Siemens, con un intervencionismo que ha molestado al Gobierno de Berlín.
Estas preocupaciones concretas no aparecen en la explicación de misiones encargadas a la célula de Inteligencia Económica, que aluden genéricamente a la "prevención de situaciones perjudiciales" y el desarrollo de instrumentos útiles para desenvolverse en un ambiente mundial cada más competitivo. El ministerio habla de vigilar más de cerca "la estrategia económico-política de las principales naciones de la tierra" y de "anticipar" las consecuencias económicas para Francia de decisiones de organizaciones internacionales, Gobiernos y empresas extranjeras.
Una quincena de funcionarios de alto nivel serán adscritos a la célula, dirigidos por un inspector de Finanzas, François Asselineau, de 47 años, considerado un hombre próximo a Sarkozy. Todo apunta a que el ministro, que dentro de un mes dejará el Gobierno para encabezar el partido gubernamental UMP, está multiplicando las iniciativas que le permitan consolidarse como alternativa en las próximas elecciones presidenciales, presentándose como el hombre necesario para la reforma de Francia.
A ese mismo criterio responde el informe sobre "los frenos al empleo" llevado a cabo por una comisión de una veintena de expertos, dirigida por el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus, que ayer entregó sus conclusiones a Sarkozy. Esta comisión se muestra muy alarmada por el futuro de la economía de Francia, avisando de que este país -miembro del G-7- corre un serio riesgo de "descolgarse" del mundo de los grandes, si continúa aplazando reformas indispensables.
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