Fiestas vascas

La exposición Euskal Herria eta Festa en el Museo Vasco de Bilbao resulta un auténtico espectáculo visual. Su origen se encuentra en un apasionado trabajo realizado por Santiago Yaniz (Bilbao, 1957) durante innumerables viajes a las fiestas del País Vasco. Inicialmente, este peregrinar de romería en romería buscaba registrar la expresión plástica de diferentes ritos y celebraciones.

Los primeros matices documentales fueron adquiriendo una dimensión más compleja cuando la mirada que atravesaba el objetivo iba más allá que la simple descripción gráfica de los hechos. Buscaba significaciones que fueran mas allá de la evidencia. Se trataba de encontrar el trasfondo místico, el espíritu profundo que inspiraban las distintas manifestaciones festivas a las que acudía con sus cámaras. Sin intención preconcebida, su trabajo documentaba novedosas teorías de Juan Antonio Urbeltz (Pamplona, 1940) sobre antropología y folclore. Reflexiones alejadas del carácter positivista ofrecido desde el siglo XIX a las danzas y las fiestas, a las que el escritor relaciona con la defensa de los grupos humanos del neolítico ante plagas de insectos o epidemias de todo orden.

De esta simbiosis de fotografías y pensamiento innovador, además de la exposición, ha nacido un magnífico libro donde se recoge al detalle la propuesta de ambos autores. En el primero de sus capítulos, algunas imágenes de la naturaleza, otras referidas a fiestas del solsticio o visiones del carnaval para conjurar la amenaza del caos, ilustran el desorden que se supone antecede a la creación de las primeras aldeas neolíticas. A continuación llegan los Combates por un orden emergente donde se recurre casi exclusivamente a imágenes de mascaradas y carnavales. La ascensión del sol entendido como solsticio festivo y triunfo del orden se ocupa de procesiones del corpus, hogueras de San Juan y alardes de escopeteros disparando al aire. En Fiesta y sociedad las romerías y danzas de distintos género llenan de sentido la afirmación del vivir y sirven de cohesión al cuerpo social. Finalmente llegan las fiestas como Renovación fundante de la sociedad donde se incluyen entre otros matices los encierros de San Fermín y finalmente las fiestas de los últimos meses del año donde los aspectos gráficos de los difuntos juegan papel dominante.

Fotografías muy variadas en su composición, repletas de color e intención expresiva. Detalles icónicos conseguidos por una aproximación a los acontecimientos verdaderamente loable. Todo ello en un libro repleto de belleza y una exposición donde un montaje audiovisual amplia el buen sabor de las ampliaciones colgadas en las paredes.