Paciencia para recoger las compras de la subasta
La desorganización convierte en caótica la retirada de objetos de la liquidación del Fórum
La recogida de los artículos comprados en la subasta del Fórum, que comenzó ayer, se convirtió en una gincama que a primera hora rozó el caos, con salto de la valla incluido por parte de algunos compradores impacientes. "Un desastre". "No hay derecho". "Es increíble". Son sólo tres comentarios. Por si fuera poco, a ratos llovía.
De una cola a otra, de un aparcamiento a otro, de una puerta a otra, en coche o a pie -en un recinto, el del Besòs, que si por algo se caracteriza es por las enormes distancias-, los compradores tuvieron que armarse de paciencia para retirar lo que compraron durante el viernes o el fin de semana, sobre todo en el apartado de informática y telecomunicaciones.
Si sólo habían depositado una paga y señal y todavía les faltaba abonar una parte, no es exagerado hablar de desesperación. Luego tendrían que cargar objetos sin caja y a mano entre la sala de entrega y sus vehículos, porque, tal y como indicaban las condiciones de la subasta, el transporte corre a cargo del comprador.
Algunos ejemplos de incidencias: los indicadores volumétricos que compró Xavier no aparecían por ninguna parte, aunque llevaba la factura en la mano, señal de que los había pagado; a las nueve de la mañana a Óscar Martín le entregaron el ordenador portátil sin cargador y a la una de la tarde el imprescindible cable continuaba sin aparecer; a Tere y Francesc les marearon de una cola a otra durante más de una hora. Mientras, Noemí cargaba un ordenador. En una maleta metió pantalla, teclado y ratón y la torre la llevó ayudándose de un carrito.
Pero el colmo es lo que lo ocurrió a Jordi Castany: primero no le entregaron parte del mobiliario que compró -a media mañana luchaba para que constara por escrito que no lo había retirado-, "pero lo más fuerte es que me han devuelto el dinero de una papelera con cenicero porque resulta que el Fórum la había alquilado y nunca debería haber salido a subasta", relataba exasperado. A su lado había otro comprador que, de tan exaltado que estaba, se estaba quedando sin voz.
"Si contamos las horas de subasta y las de recogida, sale más caro comprar aquí de segunda mano que en una tienda nuevo". Más calmado, Jordi García sólo tardó una hora para recoger los altavoces por los que pujó. "Sabiendo lo que habíamos comprado, podrían haber preparado los lotes durante el domingo", sugería. Demasiado tarde. Demasiados despropósitos.
Un portavoz de Ferbossa, la compañía que se ha encargado de la subasta, reconoció los incidentes de primera hora, pero recordó que se facilitó la entrega habilitando "distintas zonas y salas y aparcamiento para los compradores". "No es sencillo realizar una operación que supone entregar 30.000 objetos", aseguró la misma voz.
El pago y entrega se prolongará durante toda la semana. Finalizada esta operación se podrá contabilizar la recaudación total de la liquidación de estos activos, imprescindible para que el Fórum cuadre las cuentas sin déficit.
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