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LA INVESTIGACIÓN DEL 11-M

Zougam: "Quienes dicen que me vieron en los trenes se equivocan"

Jorge A. Rodríguez

Jamal Zougam, el primer detenido tras los atentados del 11 de marzo y que supuso abrir la pista principal de las pesquisas, negó en su declaración ante el juez Juan del Olmo cualquier implicación en la masacre. Ni siquiera se explica cómo dos personas aseguran que lo vieron en los trenes dejando una mochila en un vagón. "Quienes dicen que me vieron en los trenes se equivocan. No sé por qué lo dicen", declaró.

Zougam, nacido el 10 de mayo de 1973 en Tánger (Marruecos), fue detenido el 13 de marzo, jornada de reflexión de las últimas elecciones generales, y confirmó la pista islámica de los atentados, ya apuntada tras el hallazgo el mismo día 11 de una cinta de recitación de versos coránicos en la famosa furgoneta Renault Kangoo. Su nombre surgió cuando se estudió la tarjeta telefónica prepago localizada en la única bomba que fue desactivada tras los atentados. Al introducir su nombre en el ordenador, salieron asociados a él la mayoría de los implicados.

Siete tarjetas prepago

Zougam admitió en su declaración que tenía siete de las 30 tarjetas prepago vendidas en el mismo lote de las usadas en las mochilas bomba. Señaló que se la habían vendido unos indios en el Bazar Top. "Si alguien quiere tarjetas telefónicas prepago acude a los indios porque las tienen baratas", declaró. El marroquí insiste en que él se enteró de los atentados "a las diez de la mañana", cuando se levantó de la cama junto a su hermano. "Yo no tengo nada que ver con los atentados", le dijo al juez, ante quien negó ser un islamista radical. Eso sí, admitió que conocía a Eddin Imad Barakat Yarkas, Abú Dahdah, "del barrio de Lavapiés", donde Zougam tenía su locutorio. Preguntado cómo se explicaba que dos testigos lo hubieran reconocido, insistió en que no lo sabía. Luego su rastro fue "identificado lofoscópicamente [por huellas dactilares] en la finca de Chinchón" en la que se prepararon los artefactos. "Yo no participé en los atentados", insiste.

Al final de su declaración, Zougam aseguró que fue sometido a malos tratos en la Comisaría General de Información pero, examinado por por el forense de la Audiencia Nacional, éste no apreció rastro alguno de tortura, como erosiones o hematomas.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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