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Portugal aplaza el control del déficit para estimular su economía

El Presupuesto para 2005 asume un desfase en sus cuentas superior al 3%

Después de más de dos años de esfuerzos totalmente centrados en controlar las cuentas para mantener el déficit público por debajo del 3% del produto interior bruto (PIB), como exige la Unión Europea a los países del euro, Portugal abandona la obsesión por el control para poder estimular el crecimiento de la economía.

La propuesta de Presupuestos para 2005, presentada el viernes en el Parlamento luso, asume que hasta 2007 el déficit público portugués real será superior al fatídico 3%, y el Gobierno utilizará ingresos extraordinarios para equilibrar las cuentas y evitar castigos de Bruselas.

El compromiso anterior de Lisboa era acabar con este artificio en 2004. Pero el Ejecutivo liberal de Pedro Santana Lopes prefiere bajar los impuestos, subir los salarios de la Administración Pública (congelados desde 2002) y aumentar la inversión pública a continuar con el mismo rigor presupuestario del equipo de Jose Manuel Durão Barroso, que cesó en julio.

El actual Gobierno cuenta, además, con un buen comportamiento de la economía internacional para asegurar la reactivación. "Salvaguardar la credibilidad del país en la Unión Europea, respetando los compromisos asumidos en el ámbito del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) es un objetivo importante, que necesariamente enmarca las decisiones de la política económica. Pero es también importante implementar, de forma continua y consistente, políticas que promocionan el crecimiento económico", defiende el texto presentado a los diputados.

Portugal fue el primer país de la zona euro en violar el Plan de Estabilidad y Crecimiento en 2001. Desde entonces, toda la política económica portuguesa fue sometida al control de los gastos públicos: fueron suspendidas todas las contrataciones en la Administración Pública, los salarios fueron congelados y se aplazó toda la inversión pública.

Una coyuntura internacional poco favorable acabó por sumergir el país en la peor recesión europea y en la peor de sus últimos 10 años. En el primer semestre de 2004, la economía lusa mostró las primeras señales de recuperación, animada, en buena parte, por la Eurocopa de fútbol. Para 2005, el Gobierno portugués prevé un déficit real del 4,2% del PIB, que se situará en el 2,8% por el ingreso extraordinario de unos 2.000 millones de euros.

El equilibrio presupuestario se logrará en 2008. El Presupuesto portugués para el ejercicio 2005 se basa en la expectativa de un crecimiento del producto interior bruto del 2,4% que, pese a la bajada de los impuestos sobre la renta de las familias y la actividad empresarial, llevará a un aumento de los ingresos fiscales.

El Gobierno portugués seguirá, además, con el programa de privatización de grandes empresas públicas como la eléctrica Electricidade De Portugal (EDP), la petrolera Galp o la aerolínea TAP.

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