_
_
_
_

Los jueces islámicos condenan a dos mujeres en Nigeria a morir lapidadas

La pena se les aplica por tener relaciones sexuales sin estar casadas

El pulso islamista al Gobierno federal laico de Nigeria no cesa, y una vez más las víctimas son las mujeres: dos han sido condenadas por tribunales religiosos a morir lapidadas, acusadas de tener relaciones sexuales fuera del matrimonio en el norteño Estado de Bauchi. Los hombres implicados han sido absueltos por falta de pruebas, pero el hecho de que las mujeres estén embarazadas no las deja eludir la pena capital. Las sentencias son recurribles.

Más información
Todo contra ellas

Hayara Ibrahim, de 29 años, divorciada, fue condenada el pasado día 5 en la zona de Tafewa Balewa después de confesar que había mantenido relaciones sexuales con Dauda Sani y quedado embarazada. Según la sharía, el tribunal islámico aplaza la lapidación hasta que concluya la lactancia del hijo. En cuanto al hombre, los jueces concluyen que "no hay evidencia que le relacione con la alegación presentada por la acusada, y por consiguiente se le pone en libertad por falta de pruebas".

La otra mujer, Dasi Adamu, de 26 años, fue condenada el 15 de septiembre en la zona de Ningi tras admitir que se había acostado 12 veces con un hombre de 35 años, que negó esas relaciones y ha sido liberado.

Hasta hoy todas las sentencias similares han sido finalmente rechazadas, pero los 12 estados del norte donde se aplica la sharía desde 2000 porfían contra el poder federal, laico. En 2002 y 2003 varias condenas de lapidación fueron revocadas por el Tribunal Supremo de la sharía, después de grandes campañas internacionales de repulsa encabezadas por organizaciones como Amnistía Internacional (AI): los casos más famosos fueron los de Safiya Husseini y Amina Lawal, cuyas hijas eran pruebas de cargo para la condena. AI reunió más de 10 millones de firmas en España para solicitar su absolución.

El número de sentencias similares de tribunales islámicos en el norte es impreciso. Se sabe que en Bauchi hay otros tres condenados a muerte, y 23 sentenciados por robo aguardan la amputación de la mano derecha.

Nigeria afronta gravísimos problemas políticos, con insurrecciones armadas en el delta del Níger (zona petrolera, con explotaciones de multinacionales como la Shell, en la que el Gobierno federal se ha visto obligado a una tregua con los rebeldes) y asimismo el constante intento de secesión del norte, con mayoría de población musulmana (50 millones). La prensa nigeriana, que batalla contra la corrupción, prefiere no provocar demasiado a los poderes que pueden ocasionar una brutal guerra civil en un país de 130 millones (50% musulmanes, 40% cristianos, 10% animistas) y que está saliendo a duras penas de la dictadura militar. El Gobierno federal democrático tiene apoyos en la población laica y cristiana, pero la sharía exhibe un alto prestigio como antídoto contra la delincuencia organizada, que asola la periferia de ciudades difícilmente gobernables como Lagos (unos trece millones de habitantes).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_