Austria construirá una cárcel en Rumania para alojar sus presos

Austria construirá una nueva cárcel en Rumania para encerrar allí a los ciudadanos rumanos arrestados en territorio austriaco. El Parlamento de Bucarest aprobó el pasado fin de semana este proyecto lanzado por el ex ministro austriaco de Justicia, Dieter Böhmdorfer, del Partido Liberal (FPÖ), antiguo abogado personal del dirigente ultraderechista Jörg Haider.

La construcción del centro penitenciario en Caracal, a 150 kilómetros al sur de Bucarest, con capacidad para 300 reclusos, le costará a Austria entre tres y cinco millones de euros. El portavoz del Ministerio de Justicia, Martin Standl, declaró que "esta iniciativa, llamada cumplimiento de condena en la patria y destinada a desalentar a los extranjeros que pretenden dedicarse a la delincuencia en territorio austriaco, hará escuela en Europa".

En un comunicado del Gobierno rumano se destacó que la mayor ventaja de esta cooperación en el ámbito penitenciario sería para Rumania disponer de una cárcel moderna, según los estándares exigidos por el Consejo de Europa.

Para Austria, el provecho estaría en ahorrar gastos de mantenimiento de los presos de nacionalidad rumana, que en territorio austriaco se elevan a 100 euros diarios, y en Rumania, a una décima parte, debido al bajo coste de la mano de obra, según la argumentación del Ministerio de Justicia. Además, la repatriación del recluso al propio ámbito cultural podría facilitar su reinserción al salir de la cárcel.

Pero sobre todo, Austria, país de ocho millones de habitantes, pretende solucionar la falta de espacio en sus 28 cárceles, que tienen cabida para 8.000 personas. La delincuencia "transfronteriza" ha aumentado a mitad de los noventa, explicó la actual ministra de Justicia, Karin Miklatusch, del FPÖ. Entre los 8.600 reclusos en las prisiones austriacas se registran actualmente unos 300 rumanos, en su mayoría detenidos por delito de robo. Más de la mitad se encuentran en régimen de prisión preventiva.