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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Ni metro, ni autobuses

Uno de los firmantes de esta carta fue a coger el autobús de la línea Santutxu-UPV-EHU (Leioa) el pasado 6 de octubre, con salida a las 8.05, y no paró por estar completamente lleno. Al coger el siguiente, comprobé que había tantos pasajeros de pie como sentados, lo que ocurre sistemáticamente durante las llamadas horas punta. El que los autobuses no paren o vayan repletos de gente que viaja de pie sea algo bastante habitual desde hace muchos años no resta gravedad al hecho, ya que supone que alumnos o profesores llegarán tarde a sus clases o viajarán en condiciones muy incómodas.

Pues bien, la Diputación de Bizkaia no sólo no soluciona esas carencias escandalosas sino que, por razones económicas, decide reducir las frecuencias de las líneas, de forma tal que se pasan a realizar 20.000 kilómetros menos al año de recorrido. Esta decisión nos lleva a formular las siguientes observaciones. Si en su día las instituciones públicas decidieron por razones económicas que el metro no accediera al campus de Leioa, ¿no es lógico que el enorme dinero ahorrado en la inversión se gaste manteniendo líneas y frecuencias, aunque sean deficitarias? El lehendakari ha afirmado repetidas veces (la última en la inauguración del curso, el pasado 29 de septiembre) la importancia que para la sociedad vasca tiene el desarrollo del conocimiento y de la Universidad. ¿Qué consecuencias se sacan de tales afirmaciones si el desplazamiento al lugar físico del conocimiento se realiza en condiciones tan precarias y que, además, en vez de mejorar empeoran?

Las instituciones vascas (Gobierno vasco, diputaciones y ayuntamientos) nos recuerdan la necesidad de reducir el transporte motorizado individual para cumplir con los compromisos internacionales, mejorar la calidad de vida, reducir la contaminación, etc. Cómo pueden ser creíbles tales consejos, si al mismo tiempo la utilización del transporte público se hace cada vez más incómoda e ineficaz? ¿Son conscientes que están impulsando al la gente joven que viaja en tan malas condiciones a recurrir al automóvil en cuanto puedan? No queremos acabar sin indicar que las medidas criticadas tienen también graves efectos para el personal de conducción cuyo personal eventual ve suspender o empeorar sus contratos de trabajo.

Todavía es tiempo no sólo de anular las medidas tomadas, sino de aumentar las frecuencias durante las horas de máxima afluencia, prolongar la duración durante la noche y aumentar el servicio durante los meses de verano.

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