El Gobierno 'en la sombra'

Los diez hombres y las tres mujeres que posan tan sonrientes en la foto de esta página conforman la nueva cúpula del PP. Son los que más mandan. O no, como diría el propio Mariano Rajoy.

En cualquier caso, son 13. O no. En la foto, sí, pero falta el nuevo secretario de Comunicación, Gabriel Elorriaga, quien el lunes pasado, cuando se hizo la foto, atendía a un medio de comunicación. Así pues son 14. Tres mujeres y once hombres. O tampoco. Porque los nuevos estatutos del partido prevén que pueda sentarse en el comité de dirección cualquiera de los diez dirigentes autonómicos del PP.

"Tiene mucha más relevancia lo que el consejero de Sanidad del PP en Valencia o en Murcia o en Galicia o Baleares o Castilla y León o La Rioja diga y haga en sus autonomías que lo que la portavoz del PP en el Congreso en Sanidad pueda decir al respecto", indica un dirigente del PP.

"En 'maitines' es donde Mariano nos pide opinión sobre los temas que le preocupan"

En la nueva estructura del PP hay seis secretarios ejecutivos con seis carteras como seis ministerios: Organización, Comunicación, Economía y Empleo, Política Autonómica y Local, Política Social, Justicia e Interior. Esos seis secretarios o ministros en la sombra, cuatro hombres y dos mujeres, serán la referencia ideológica para cualquier diputado, senador, consejero autonómico o concejal del PP. "La estructura recuerda a la de los partidos británicos en la oposición y a la del propio PSOE en la oposición", indica Ignacio Astarloa, nuevo secretario de Justicia e Interior. "A mí siempre me gustó el sistema británico. Y la verdad es que el PSOE organizó muy bien los cometidos de cada uno cuando estaba en la oposición", reconoce Astarloa.

Rajoy ya ordenó el pasado fin de semana a los suyos que se mantengan en perfectas condiciones para gobernar en cualquier momento por "si las cosas se tuercen". Y ésa es la idea que se persigue con la nueva estructura. Ahora bien: ¿Hasta qué punto sabrán coordinarse cada uno de los secretarios de área con los hombres del Partido Popular en los Gobiernos autónomos y municipales y con los portavoces en el Congreso y Senado?

Lo único que parece seguro es que por debajo del propio Rajoy, sólo Ángel Acebes, el secretario general del PP, será el hombre fuerte, el encargado de mantener la disciplina de partido. Y detrás de Acebes, pero a mucha distancia en el escalafón, Eduardo Zaplana, portavoz del PP en el Congreso. Zaplana ha visto menguada su área de influencia con el nuevo reparto de carteras, pero todos los balones seguirán circulando por su área.

A partir de ahí, todo son conjeturas e interpretaciones de gestos. En la foto, los dos dirigentes que lucen la sonrisa más amplia, más exultante, son precisamente a quienes peor les ha ido en el XV Congreso del PP celebrado la pasada semana: Carlos Aragonés, segundo por la derecha, único con barba, antiguo jefe de gabinete de José María Aznar, perdió su puesto como adjunto al secretario general. Y José María Michavila, tercero por la izquierda, dejó de ser responsable de Comunicación en el PP hace siete días.

Incluirlos a ellos en esa mesa ha sido una decisión de Rajoy que ha sorprendido a propios y extraños. Los quitó de un lado y los puso en otro. Se van pero no se van. Se quedan pero no se quedan. Y nadie sabe qué trabajos les encomendará Rajoy.

¿Por qué Michavila ya no es responsable de Comunicación? "Porque siendo muy válido como es", responde un compañero suyo, "en el poco tiempo que ha estado de responsable ha logrado enemistarse con mucha gente de distintos medios". Pero otro miembro de la dirección aventura: "José María [Michavila] cometió el error de enfrentarse a Belén Bajo [jefa de prensa del PP, situada en primera línea, a la izquierda, en la foto] Y un jefe de prensa es una persona de máxima confianza de cualquier dirigente político".

Francisco Villar, el jefe de gabinete de Rajoy, es también hombre de la entera confianza del presidente del PP. "A Villar le gusta mandar, pero en un perímetro corto", apunta un dirigente del partido. "Su preocupación es tener bien ordenada la agenda de Mariano. Que el discurso que vaya a leer en público lo tenga sobre la mesa 48 horas antes. Lo que diga o no diga el discurso ya no le importa".

En el Congreso, la gran revelación parlamentaria para el PP en esta legislatura ha sido Ignacio Astarloa, nuevo secretario ejecutivo de Justicia e Interior. Astarloa trabajó como secretario de Estado de Seguridad cuando Ángel Acebes era ministro. Era el hombre encargado de leerse y redactar la letra pequeña de las leyes y reglamentos.

Otra gran lectora de la letra pequeña, amante del dato y la concreción, según se define ella misma, es Ana Pastor, antigua ministra de Sanidad. "A ella se le da muy bien eso de reunirse con todos los consejeros y concejales, llamarlos a cada momento, sentarlos, charlar, negociar... Su cartera [Política Social] es la que más recorrido tiene", indica un compañero suyo.

A veces, el título de la cartera no informa mucho sobre la importancia del trabajo asignado. Miguel Arias Cañete, ex ministro de Agricultura, hereda ahora la cartera de Economía de Rodrigo Rato. Pero... "El peso de su cartera es engañoso", indica un miembro de la dirección. "A la hora de debatir los presupuestos, quien lo haga será Rajoy".

A medida que avance la legislatura, Rajoy se volcará en todas las cuestiones de ataque al PSOE y Acebes se encargará de mantener la casa bien ordenada por dentro, según indica un diputado madrileño. Para ello, contará Acebes con su amigo Sebastián González, secretario de organización. En el propio Partido Popular se sabe poco de él. Que es abogado, presidente de la diputación de Ávila y, sobre todo: íntimo de Acebes. "Antes que tonto o listo, lo que un secretario de organización tiene que ser es de la entera confianza de Acebes. Y este hombre, no cabe duda de que lo es", explica un miembro del comité de dirección.

Tampoco es muy conocida en el PP Soraya Sáenz de Santamaría, abogada del Estado, de 33 años, secretaria de Política Autonómica y Local, o lo que es lo mismo, responsable última de todo lo que tenga que ver con el gran tema de esta legislatura: la reforma de la Constitución. Empezó a trabajar con Rajoy hace cuatro años, redactándole discursos. Entró directamente en Moncloa, en vicepresidencia.

"Su cartera, en teoría es un carterón, pero también eso, como lo de Cañete, es engañoso. Porque a la hora de hablar de la reforma de la Constitución, será Rajoy quien lo haga", apuntan las mismas fuentes.

Un experto en temas constitucionales es precisamente Pío García Escudero, amigo de Alberto Ruiz-Gallardón, portavoz en el senado del PP y de momento todavía presidente del PP en Madrid. Ante Rajoy ha ganado puntos al no presentar una candidatura alternativa a la de Esperanza Aguirre para presidir el partido en la Comunidad de Madrid.

Tal vez ninguno de los que se sientan con Rajoy en el comité de dirección haya pasado junto al presidente del PP tantas horas como Belén Bajo, su jefa de prensa. Rajoy confía plenamente en ella. Junto a ella trabajará el hombre que no aparece en la foto, Gabriel Elorriaga, secretario de Comunicación.

"La labor de Elorriaga será mantenerse en un segundo plano", señala un miembro de la dirección. Tendrá que aparecer poco en los medios, sólo cuando tenga que comerse algún marrón, decir algo que nadie más lo quiera decir. Y que lleguen muy claros a la sociedad los mensajes que el PP quiera lanzar".

¿Y dónde se sentarán pesos pesados del partido como Josep Piqué, portavoz del PP en Cataluña, Javier Arenas, en Andalucía o Alberto Ruiz-Gallardón?

En teoría, ahí, en esa misma mesa, pero una hora antes, los lunes por la mañana, en la célebre reunión de maitines. "Lo del comité de dirección es algo que sólo sirve para gestionar la agenda. Ahí no hay debate. El verdadero órgano de influencia en el partido es la reunión de maitines, porque ahí es donde Rajoy pide opinión sobre los temas que realmente le preocupan", indica un dirigente del PP.

¿Quién será llamado de ahora en adelante a esas reuniones? Nadie lo sabe. Alguno de los que ya han sido citados para el maitines que se celebrará el próximo miércoles sólo sabe que él sí irá. Se sabe también que está citado Alberto Ruiz-Gallardón porque el propio Rajoy lo anunció en una entrevista en TVE.

Pero como maitines no está sujeto a ningún estatuto del partido, sino a la voluntad de Rajoy, puede suceder que alguien acuda sólo una vez a maitines, o dos o tres o cuatro veces. Y a partir de un día, dejar de asistir hasta que Rajoy decida llamarlo otra vez.