Luces fosforescentes y sillones rojos

STC H&R. Ni jeroglífico, ni apellido escandinavo. Esta sopa de letras bautiza el nuevo hapenning hotelero que el grupo Habitat ha creado en la localidad barcelone

sa de Sant Cugat del Vallès. El hotel respira una atmósfera tecno y de diseño en espacios comunes abiertos e interrelacionados en un edificio de planta lenticular. El estudio BST Associats firma la arquitectura al fondo de una arteria urbana. En toda su eslora, la fachada ofrece unas amuras limpias, de ventanales exentos y revestimiento blanco marfil, conceptual sin ser exactamente minimalista.

Como dijo Le Corbusier, "en arquitectura, el exterior es el resultado del interior". Un atrio lenticular dibuja el plano de las distintas dependencias: el vestíbulo, el restaurante y su terraza de verano (abierta de vistas hacia el monasterio de Sant Cugat), y arriba, las salas de reuniones y los dormitorios. El ambiente luce juvenil y desenfadado gracias al grafismo de las paredes, la intensidad lumínica y el sesgo funcional del mobiliario. Sebastià Bonet y Cesc Solà firman un proyecto de decoración diametralmente opuesto al que la cadena Habitat viene proponiendo en sus anteriores hoteles, neobarroco en el caso del Neri H&R y ciberminimalista en el madrileño Bauzá. Aquí, las panelaciones en madera de pino conviven con una rotulación de gran efectismo visual y una iluminación fosforescente. Los dormitorios provocan emociones encontradas: ambiente de descanso y de trabajo, sustentado en el icono de una escribanía apoyada sobre la pared como aquella que ha acompañado tantas noches de estudiante. A pie de cama, los años de la psicodelia se reconocen también en los sillones, tapizados en rojo de labios Kim Basinger.

La depurada insonorización del edificio recuerda que Sant Cugat ha entrado por la vía tecnológica en su era posindustrial. Afortunadamente, ese buen acabado impide que el ruido del atrio ascienda hasta las habitaciones. Todo el bullicio queda aislado y debidamente tamizado en el lounge, foro ecléctico donde la noche se ahoga en la madrugada frente a un bloody mary y sentados en otros sugerentes sillones de rojo labial.