PSE y PP interpelarán a Azkarate por los premios Euskadi

La decisión del jurado de los Premios Euskadi de literatura en euskera de saltarse una parte de las bases para incorporar a dos autores no finalistas en sus deliberaciones terminará en el Parlamento por obra de dos preguntas que tanto el PSE-EE como el PP anunciaron ayer a este periódico que plantearán a la consejera de Cultura, Miren Azkarate.

"O las bases están mal hechas y carecen de racionalidad o la consejera está ante una crisis de autoridad", afirmó la diputada socialista Isabel Celaa. Celaa calificó de "chocante" que un jurado "se salte la normativa". "Es la primera vez que lo veo", afirmó.

En parecidos términos se expresó el diputado del PP Fernando Maura, para quien "resulta incomprensible que un jurado no quiera aceptar las bases de un premio, de acuerdo con las que él mismo ha sido elegido, y admita finalistas que no quieren serlo, y que el Gobierno mire a otro lado como si no fuera con él". Maura opinó que el Departamento de Cultura debe "obligar al jurado a cumplir las bases y juzgar sólo sobre las tres obras finalistas". "De otro modo", añadió, "el resultado estará viciado". Maura valoró que la inacción del Ejecutivo sólo se explica por lo que considera una "extraordinaria debilidad y sus muchos miedos ante cierto mundo del euskera".

Por su parte, los dos únicos miembros del jurado a los que este periódico logró localizar ayer, Miguel Ángel Elkoroberezibar y Estibalitz Ezkerra, no quisieron ofrecer ninguna explicación sobre su actitud. Según otras fuentes del mundo literario, que pidieron el anonimato, el jurado habría intentado evitar la deslegitimación del premio que desde ambientes culturales radical-abertzales lo desdeñan por creerlo demasiado mediatizado por los editores.

Legalidad y legitimidad

Entre escritores y editores no hay una posición común. La presidenta de la Asociación Vasca de Escritores, Teresa Irastortza, avaló a título personal la decisión del jurado, del que dijo "ha actuado de modo coherente". Irastortza señaló que las normas "no son divinas y se hacen y se deshacen", y abogó por "no perdernos en si es legal o no es legal lo que ha hecho el jurado". A su juicio, se debe evitar que "un procedimiento deslegitime un premio y que éste mismo acabe tambaleándose en lugar de servir para dar prestigio a la literatura vasca".

Por su parte, Jorge Jiménez Bech, presidente de la Asociación de Editores vascos, que también facilitó su opinión sólo a título personal, se reconoció "sorprendido". "No veo cómo un jurado puede pasar por alto unas bases, que si están ahí es para cumplirlas. No está entre sus atribuciones reinterpretarlas", afirmó. Salvando las intenciones de los cinco miembros del jurado, Jiménez señaló que se ha levantado "una polémica artificial que no hace especial favor a quien finalmente gane el premio".