Miles de turistas israelíes cruzan la frontera de madrugada para huir de Egipto
"Las habitaciones se iban derrumbando una tras otra" tras la explosión, declara un testigo
A poco menos de un kilómetro del hotel Hilton de Taba, atacado en la madrugada del viernes con un coche bomba que provocó la muerte de al menos 28 personas, miles de turistas israelíes cruzaban todavía ayer la frontera de vuelta a su país. El éxodo había comenzado de madrugada, nada más producirse el atentado, con los propios heridos en la explosión, que una vez en Israel fueron trasladados a la vecina Eilat para recibir atención médica. Los relatos de los que llegaban hablaban de "una enorme explosión" y una nube de escombros cayendo sobre los turistas.
Los testigos trataban de dar una idea del grado de destrucción que la bomba provocó en su hotel de vacaciones. "Después de la explosión, parte del techo y la pared comenzaron a derrumbarse", contaba Hassan Elkhin a Channel 10. "Corrí a buscar a mis amigos y los encontré abajo en el casino. Los saqué de allí y conseguimos salir del hotel. Las paredes a nuestro alrededor se derrumbaron, y había fuego por todas partes". Una vez fuera del edificio, contaba, "vimos desaparecer las habitaciones, se iban derrumbando una detrás de otra".
Parte del hotel Hilton se vino abajo inmediatamente después de la explosión. "Escuché una enorme explosión", declaró a la radio militar israelí Yigal Vakni, un huésped del hotel. "La pared que estaba a mi lado se derrumbó y la gente empezó a correr". Según su opinión, la explosión se produjo fuera del edificio. "Cuando salimos vimos las tiendas y la pared interna del edificio que estaba derrumbada".
"Había mucha sangre, muchos gritos", continuaba este testigo, mientras describía el suelo del hotel lleno de gente. Una mujer israelí declaraba en televisión que todos corrieron "inmediatamente hacia la playa, todos a la vez". Mientras corrían, "las ventanas seguían saltando en pedazos". "Familias enteras estaban heridas", continuaba, "corrían hacia la playa cubiertos de sangre".
El atentado coincidió con la fiesta judía del Sukkot. En estos días, alrededor de 12.000 turistas israelíes llenan los destinos de vacaciones del mar Rojo, según el Ministerio de Exteriores israelí. Taba es la frontera más transitada entre Israel y Egipto.
La explosión fue de una violencia brutal. Una parte entera de la fachada del hotel Hilton se podía ver ayer derruida. Según informó France Presse, en el interior del hotel la escalera metálica de servicio estaba arrasada por la explosión, y una parte había ido a incrustarse contra un coche aparcado. También podían verse 10 vehículos calcinados. "Las puertas del infierno se abrieron de repente", dijo a la televisión israelí un médico que se alojaba en el hotel. Especialistas egipcios e israelíes continuaban ayer buscando supervivientes entre los escombros, aunque reconocían que las posibilidades de encontrar a alguien eran ínfimas.
En otro de los enclaves atacados en la madrugada de ayer, el cámping Ras el Sultán, los testigos hablaban de "dos grandes" explosiones. El lugar es muy popular entre los mochileros israelíes. Cynthia Lévi declaraba a France Presse que "la gente gritaba y lloraba", a la vez que "cada uno corrió a coger su mochila y buscar un taxi, y en pocos minutos allí no quedaba nadie".
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