Móviles para perros

La gran transformación en la vida cotidiana que supuso el paso del ordenador al PC, se repite actualmente con el paso del PC a un móvil dotado de conexiones con Internet y con facultades para bucear en las webs. Igualmente, así como las "economías emergentes" saltaron de la radio a la televisión en color y de no haber realizado una sola llamada telefónica al wireless, ahora se engolosinan con las últimas sofisticaciones electrónicas.

Puede que esta población, salvo una reducida parte, no disponga de medios económicos para adquirir los nuevos ingenios, pero las grandes multinacionales, desde Dell a Hewlett Packard, están ofreciendo mediante alquiler, máquinas y gadgets, que en ocasiones, como con las cámaras, permiten crear improvisados fotógrafos de bodas y bautizos desplazados por las aldeas con modelos alimentados por energía solar.

En Brasil, en Rusia, en China y la India, que comprenden por sí solos a la mitad de la humanidad, ha prendido el interés general por la electrónica que remeda, en cierto grado, el delirio de los japoneses. Las previsiones de venta de ordenadores en Asia para 2004 son de 20 millones, pero la cifra de móviles, con nuevas y espectaculares funciones, llegará a los 200 millones. En un reciente número de BusinessWeek varios ejecutivos norteamericanos suscribían la sentencia de que la antorcha del progreso que había pasado de Europa a Norteamérica en el siglo XX continuaba su camino hasta la otra costa del Pacífico en el XXI.

Corea del Sur es un caso elocuente: compañías como Samsung y LG han explotado hasta convertirse, respectivamente, en el tercero y sexto fabricantes mundiales de teléfonos móviles en apenas unos años. La vieja competencia mundial entre las empresas de origen occidental va enriqueciéndose con la actividad de las corporaciones locales, tan eficientes tecnológicamente como aquéllas y mejores conocedoras de las particularidades del lugar convertido ahora en un mercado importante. Se venden 600 millones de móviles en todo el mundo cada año, y mientras China es la mayor consumidora, África representa al continente con más alta tasa de expansión.

En el Tercer Mundo, en fin, se está desencadenando una espectacular ola de consumos. Una boga que viene a compensar el limitado aumento en las zonas más desarrolladas y saturadas de aparatos. Así, mientras la demanda de nuevos ordenadores en Estados Unidos crece anualmente en un raquítico 6%, la cifra llega hasta cerca del 15% entre la clase media de India (200 millones de personas) o de China (60 millones). Una clase cuya dilatación crece exponencialmente.

Frente a todo esto, en Occidente, dentro del sector de los móviles, se vive la necesidad de conquistar nuevos públicos atípicos, diferentes y hasta insólitos. Incluso públicos no humanos porque, efectivamente, la empresa PetsMobility está fabricando ya aparatos telefónicos para mascotas dotados de un micrófono y de la posibilidad de respuesta sin necesidad de descolgar. El PetsCell concretamente es un modelo para perros producido con la forma de un hueso y provisto de una cinta para colgar del cuello del animal, con el que conversa el amo tiernamente desde donde quiera que se encuentre y en cualquier momento de su elección. Pero también los niños más pequeños se incluyen en el marketing, y la empresa británica Communic8 ha lanzado móviles para niños entre los 4 y 8 años, de la misma manera que en Corea del Sur hizo SK Telecom con el modelo i-Kids.

En cuanto a los japoneses, consumidores supremos de la linde entre realidad y ficción, la firma nacional DoCoMo estima que el potencial futuro de su mercado podría cifrarse en más de cinco móviles por habitante. ¿Todos los habitantes, provistos de móviles de tercera generación? La música, la televisión, la foto, el cibertexto, la novela, el videojuego, la web, el mundo entero de la comunicación a través del móvil, hasta tal punto que el instrumento dejará de poseer entidad y se vivirá flotando sin tropiezo en la omnipresente virtualidad de los media.