Los videojuegos se hacen eco de la moda del 'tuning' de coches
Desde que se lanzó 'Midnight Club Street Racing' en 2001, otros ocho juegos de carreras con filosofía 'tuning' se presentan en el mercado del coche electrónico
Se gastan fortunas personalizando el coche. El objetivo es atraer las miradas aunque ello implique invertir más en las modificaciones que en el vehículo en sí. Es el tuning y viene de Norteamérica. Desde hace tres años las compañías de videojuegos tienen el ojo puesto en los aficionados a maquear -en su jerga, modificar coches.
Desde que se lanzó Midnight Club Street Racing (PlayStation 2) en 2001, otros ocho juegos de carreras con filosofía tuning han llegado o llegarán al mercado para satisfacer a quienes no pueden hacer realidad sus sueños de masilla y neón. Su edad, entre 18 y 35 años, encaja perfectamente con la franja de los usuarios de videojuegos. Acclaim, Rockstar, Electronic Arts, Midway, Capcom y Microids han puesto sus equipos de desarrollo a estudiar esta moda para plasmarla en sus títulos.
Usando una técnica llamada cel shading, que da apariencia de dibujos animados, aterrizó Auto Modellista (PlayStation 2) en diciembre de 2002. Permitía realizar gran parte de las modificaciones que tanto gustan en el ambiente tuning, pero su aspecto infantil impidió que llamara la atención entre los conductores.
En la segunda entrega de Midnight Club (PlayStation y Xbox) de mayo de 2003, Capcom cometió el error de hacer un título más rápido y menos real en su manejo. A golpe de ráfagas de largas, el usuario debía picar a los conductores de otros coches maqueados para terminar en una alocada persecución por las calles de París.
Momo, Enkei, BBS, König y O. Z., conocidas marcas del mundo del tuning, hicieron su entrada en el mundo virtual con Electronic Arts y su Need For Speed Underground (PlayStation 2, Xbox y PC) durante la campaña navideña de 2003. La gran capacidad de la compañía canadiense se reflejó en un juego que hoy venera toda la comunidad.
Irreconocible
El nivel de modificación que se puede llegar a ejecutar en NFSU impide adivinar sobre qué modelo comercial está hecha la transformación. Todas las partes de la carrocería son sustituibles. Y no hay sólo una opción, cada fabricante tiene su lote de alerones, capós y parachoques, que pueden combinarse con otros.
Los cambios llegan hasta las tripas del vehículo. En el interior se reemplazan las suspensiones, se añaden turbocompresores y se reprograman las centralitas de inyección de combustible. El toque personal viene con los neones de colores situados en los bajos del vehículo, y los llamados vinilos, unas pegatinas enormes en forma de llamas, o cualquier otro motivo, que decoran los laterales y el capó del coche.
Tanto en la realidad como en los videojuegos, modificar un coche cuesta muchos euros. En la versión virtual, el piloto debe ganar distintas pruebas en las que se apuesta mucho dinero. Es el caso de Juiced (PlayStation 2, Xbox, Gamecube y PC) que se lanzará el próximo mes.
Las pruebas se han extraído también de las que se realizan en la realidad. Una de las más conocidas es el sprint o draft, según el juego. En una larga recta todos los coches se lanzan a toda velocidad y lo único que cuenta es cambiar de marcha en el momento óptimo para llegar el primero. Por último, las exhibiciones, una novedad de Juiced, permiten hacer un alarde de control en la conducción con giros de 380 grados o interminables derrapadas. Cada figura otorga puntos si se realiza correctamente.
El horizonte se presenta repleto de novedades. Recientemente se han lanzado RPM Tuning, de Microids, y Street Racing Syndicate, de Namco. Electronic Arts prepara una segunda entrega de Need For Speed Undreground en la que "se podrán hacer 70.000 millones de combinaciones".
Midway acaba de anunciar L. A. Rush (PlayStation 2 y Xbox) para la próxima primavera. Sus bazas son una detallada reproducción de Los Ángeles y vehículos de corte clásico entre los más de 50 disponibles.
Finalmente Capcom quiere reparar su error y promete con Midnight Club 3: DUB Edition el mejor juego de tuning de la historia. Para ello se ha asociado con DUB, la revista más vendida en el mundo de esta imparable moda.
Un sonido rodante atronador
No hay un buen tuning si no se incorpora un potente equipo de sonido capaz de hacer retumbar los cristales de los edificios a 100 metros a la redonda. Juiced permitirá elegir entre distintos modelos de radio-CD de conocidas marcas.
En plena crisis de ventas, las compañías musicales también se han subido al carro, apoyando o creando grupos de hip hop con un sonido contundente, cargado de bajos, capaz de mover los superaltavoces que habitan en estas discotecas rodantes. Los distintos juegos han negociado para que canciones de grupos como The Crystal Method, Rod Zombie o Rancid suenen en las carreras. Ellos consiguen mejor ambientación y Sony o BMG promocionan a sus artistas.
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