"Mi pintura es un poco engañosa porque tiene el señuelo de lo grato y lo agradable"
Félix Revello de Toro es un hombre positivo con predilección por lo bello. Amable y educado, trata con gran cortesía a sus admiradores, a los que observa, tranquilo, a través de sus gafas de pasta. Le llaman "maestro", e incluso le piden que les haga un cuadro. Es la segunda vez que este pintor malagueño de 78 años protagoniza una muestra antológica. La primera fue en Madrid, hace tres años, y lleva a gala que los Reyes fueran a verla. La muestra recoge más de 120 de sus obras en el Museo Municipal de Málaga. En sus cuadros aparecen mujeres hermosas, envueltas en un halo de erotismo, retratos de la realeza y alguna naturaleza muerta. El pintor tiene la sensación de haber reunido a sus hijos para una ocasion especial. Su obra permacerá expuesta hasta el 21 de noviembre.
Pregunta. ¿Se siente identificado cuando le definen como pintor de aristócratas, reyes y mujeres bellas?
Respuesta. Eso es muy bonito, pero es de cuento de hadas. Quien tenga azucar podría entrar en coma. No se corresponde con la realidad. Tengo cuadros de muñecas maltratadas. Mi hija les sacaba los ojos y son cuadros de un patetismo desgarrador. Los he traído, pero no están expuestos por la falta de espacio.
P. ¿Cree que el encargo de un cuadro limita al artista?
R. He tenido la suerte de que mis obras no han llegado de encargo. El encargador casi siempre lo desconoce. No aceptaría que me condicionara porque sería espantoso.
P. Si le dicen que sus cuadros se parecen a una fotografía ¿Le suena a piropo o un insulto?
R. Mi pintura no es hiperrealista. Parte de la figuración, pero voy más allá de la forma de la naturaleza, y busco la abstracción a partir de los sentidos.
P. ¿Qué ve en las mujeres que aparecen en sus cuadros para pedirles que posen para usted?
R. Necesito que emane algo de esa persona. Surge como algo casual, por amistad, casualidad. Luego terminan posando tres generaciones en el mismo cuadro, pinto a sus hijos...
P. ¿Qué hace cuando alguno de sus cuadros se rebela?
R. Espero al siguiente y trato de no incurrir en la misma falta. No me planteo la pintura en términos posesivos, durante la planificación de la obra surgen nuevos derroteros que no desecho. Es bonito jugar un poco al azar... porque la pintura es un juego, aunque sea algo muy serio.
P. ¿Se podría decir que sus cuadros fluyen fácilmente?
R. No, mi pintura es un poco engañosa, porque tiene el señuelo de lo grato, lo agradable, un canto a la vida. Busco esa faceta, al igual que otros artistas han decidido cultivar una faceta contestaria o inconformista. Aunque creo que incluso en esta pintura, más desagradable, hay momentos en los que se puede apreciar una comunicación aparente.
P.¿Qué es lo peor que se le puede decir a un cuadro?
R. Que es bonito. La palabra bonito se puede decir de una corbata o de una flor. Un cuadro puede ser horrible, tremendo o malísimo, pero jamás bonito.
P.¿Cómo quedó su acusación de plagio contra Jesús Cortés Caminero?
R. El jurado [En 1993 Jesús Cortés Caminero ganó el VIII Premio BMV por la obra El sueño del arqueólogo] dio por solucionado el asunto diciendo que su obra era una versión de un desnudo mío. Es curioso, porque parte del jurado había elogiado con anterioridad mi pintura, La piel de la forma, cuadro en el que mi mujer hacía de modelo y cuyo silueteado coincidía exactamente con la obra del ganador del premio BMW.
P. ¿Qué opina de la proliferación de los museos de arte contemporáneo?
R. Tenía por aquí una nota... (Se busca en los bolsillos y saca un papel) que dice que el progresismo es el ejercicio de una cínica conveniencia (ríe). Como decía Marinetti, hay que progresar, renovarse o morir. Si estos artistas son honestos consigo mismos me parece bien.
P. ¿El arte es siempre fruto del esfuerzo?
R. Es fruto y consecuencia del esfuerzo. Admiro la aparente ingenuidad de artistas como Miró, cuando tenía 90 años. Lo admiro y lo respeto muchísimo. En mi pintura, por ejemplo, tengo grandes dudas. Como decía antes, es lo dificilísimo de la facilidad.
P. ¿En qué artistas se ve reflejado?
R. En el movimiento centroeuropeo de 1870.
P. ¿Por qué aparece con tanta frecuencia la figura humana en sus cuadros?
R. Porque no hay nada como la persona. Una mirada, o una posición de manos dan una riqueza de expresión inigualable.
P. ¿Qué porcentaje de sus obras surgen de la necesidad de crear?
R. Creo que la inspiración se encuentra trabajando. Quien realmente manda y dispone es la pintura, no viene ninguna paloma mensajera a anunciarte que vas a pintar un cuadro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.