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El partido de Lula consolida su hegemonía con su mayor victoria en unas municipales

El PT obtiene la alcaldía en seis capitales y disputará la segunda vuelta en otras nueve

Los resultados de las elecciones municipales brasileñas del domingo pasado significaron un claro espaldarazo al Partido de los Trabajadores (PT) del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que obtuvo una victoria histórica en los grandes centros urbanos, tanto por el número de alcaldes elegidos como por aquellos candidatos con posibilidades de serlo. Los candidatos petistas ganaron en la primera vuelta en seis de las 26 capitales de Estado, y disputarán la alcaldía en otras nueve en la segunda vuelta del 31 de octubre.

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El PT consolida su hegemonía y se coloca en condiciones de gobernar hasta en 15 capitales, cifra muy superior a las ocho que controla actualmente. La jornada del domingo dejó, empero, una espina clavada en el partido gubernamental, que puede perder la alcaldía de São Paulo, la primera ciudad de Brasil.

El PT tiene aseguradas las alcaldías de Belo Horizonte (capital de Minas Gerais), Porto Alegre (Rio Grande do Sul), Recife (Pernambuco), Aracaju (Sergipe), Palmas (Tocantins), Rio Branco (Acre) y Macapá (Amapá), con lo que se confirma como el partido que controla mayor número de Ayuntamientos de capitales estatales y grandes ciudades (de más de 200.000 habitantes). Los buenos resultados sorprendieron incluso a algunos dirigentes del PT, como el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Luiz Dulci, que destacó la amplia victoria petista en la región del norte brasileño.

El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, es el partido que obtuvo el segundo mejor resultado en las capitales, aunque no logró asegurarse ninguna de ellas en la primera vuelta. Su gran victoria, provisional, fue en São Paulo, donde José Serra ganó por un porcentaje más amplio del que pronosticaban las encuestas. Obtuvo el 43,5% de los votos válidos, frente al 35,8% del logrado por la candidata del PT, Marta Suplicy, que aspira a la reelección. La alcaldesa dijo ayer ante un grupo de periodistas estar dispuesta a pelear voto a voto en la campaña de la segunda vuelta, que anticipó será dura. Tan dura que la primera autoridad municipal de São Paulo ha anunciado que solicitará una baja temporal de dos semanas para dedicarse por entero a la batalla electoral. A quienes la dan por derrotada, Suplicy recordó que en las pasadas elecciones presidenciales Lula da Silva ganó en São Paulo. "No será la primera vez que el PT gana aquí", aseguró.

En cuanto a número de concejales, que no influencia política, el primer lugar lo obtuvo el Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), seguido del Partido del Frente Liberal (PFL). Estos dos partidos históricos, nacidos bajo la dictadura, han experimentado un claro retroceso debido en parte a su incapacidad para adaptarse a los nuevos tiempos y por la fragmentación interna que padecen, propia de su estilo de funcionamiento, que recuerda a las grandes corporaciones. Las dos formaciones han logrado cifras nada despreciables de ayuntamientos, pero cada vez más pequeños y apartados de los grandes centros urbanos y con peso político.

Las elecciones municipales confirman al PT y al PSDB como los principales actores de la política brasileña, lo que tendrá que ser tenido en cuenta con vistas a las presidenciales de 2006. "Creo que el país camina para tener dos grandes partidos. Está claro que habrá una polarización entre el PT y el PSDB y creo que es bueno para la democracia", declaró el ministro de la Casa Civil y hombre fuerte del Gobierno, José Dirceu. La paradoja de este nuevo panorama político es que los dos partidos predominantes tienen, sobre el papel, más afinidades que divergencias, ya que los dos se mueven en el campo socialdemócrata, más a la izquierda el PT, más al centro el PSDB. Más que diferencias ideológicas les separa la ambición por el poder, lo que previsiblemente se pondrá de manifiesto en la segunda parte del mandato del Gobierno de Lula da Silva.

Los electores dirán la última palabra en 15 capitales en la segunda vuelta de las elecciones municipales del 31 de octubre, ya que ningún candidato alcanzó el 50% más uno de los votos. La atención se concentrará en la ciudad de São Paulo, donde Serra y Suplicy contarán con el apoyo del aparato de sus partidos y de los pesos pesados Fernando Henrique Cardoso y Luiz Inácio Lula da Silva.

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