Mueren cuatro ancianos intoxicados en una residencia de Palencia

Cuatro muertos y nueve hospitalizados en estado grave es el resultado de una probable intoxicación alimentaria ocurrida en una residencia de ancianos de Paredes de Nava (Palencia), en la que se alojan 46 ancianos y 17 empleados. Los problemas de salud -fiebre alta, vómitos y fuerte descomposición- comenzaron pocas horas después del almuerzo, en el que se sirvieron dos menús: alubias o lentejas, de primer plato, y pollo guisado, de segundo.

Aunque hasta el momento no se han dado a conocer las causas exactas de la posible intoxicación, los primeros indicios apuntan hacia algún alimento en mal estado, quizá una legumbre, o a la contaminación provocada por alguno de los dos manipuladores que se encargaron de hacer la comida que se sirvió a mediodía de anteayer sábado.

Los hechos se conocieron durante la tarde de ese día, cuando varios ancianos de la residencia San Marcos, de Paredes de Nava, empezaron con un cuadro de fiebre alta, vómitos y fuerte descomposición, pocas horas después del almuerzo, en el que se sirvieron dos menús diferentes: alubias y lentejas, de primer plato, y pollo guisado, de segundo.

Tras una primera visita realizada por el facultativo de guardia en el pueblo, se decidió el traslado de todos los afectados al hospital Río Carrión de la capital palentina, que, por motivos de saturación de su servicio de urgencias, los derivó hacia el centro San Telmo, ambos dependientes de la sanidad pública de Castilla y León.

Horas después fallecían dos varones, F. R. I., de 89 años, y S. S. R., de 72, y una mujer, N. C. G., de 92 años, vecinos de Paredes de Nava y de Mazuecos, otra localidad palentina próxima a la anterior. En la tarde de ayer, domingo, fallecía también el varón de 90 años L. A. V. El total de personas que tuvieron que ser evacuadas asciende a 13, de edades comprendidas entre 70 y 95 años, y según confirmó ayer mismo el director de la residencia, Óscar León, tanto los demás residentes como el personal que presta servicios en la misma, no parecían haber sido afectados por la aparente gastroenteritis vírica. El gerente dijo que era la primera vez que se producía un incidente de estas características y que en la inspección realizada hace poco por los servicios sanitarios de la Junta no se había detectado ninguna anomalía.

Poco después de que se conociera la noticia de los fallecimientos, comparecía ante los medios informativos el jefe de Sanidad de la Junta de Castilla y León en Palencia, Isidro Burón, para señalar que las primeras inspecciones realizadas sobre el terreno no indicaban ninguna anormalidad y que se habían revisado incluso las neveras y congeladores de alimentos del centro, "donde todo estaba correcto". No obstante, Burón adelantó que continuarían las inspecciones, incluyendo las que se realizarán a las dos personas que se encargaron de elaborar la comida del sábado.

José María Romo, director médico del hospital donde han quedado ingresadas las víctimas, explicó que la edad de los afectados "complicaba y mucho su estado de salud", por lo que no se descartaban nuevos empeoramientos relacionados con este hecho, que ha conmocionado a esta localidad palentina situada a 18 kilómetros de la capital.

Esta residencia de ancianos está gestionada por una fundación benéfica en la que tiene una participación mayoritaria el Ayuntamiento de Paredes, que se hizo cargo de la misma cuando su gestión fue abandonada por las religiosas Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que se marcharon del pueblo hace algo más de un año. Altos cargos de la Junta de Castilla y León visitaron ayer domingo a los hospitalizados y recorrieron las instalaciones de la residencia afectada.