Kerry sube en las encuestas y pone a Bush a la defensiva
El presidente trata de recuperar la iniciativa con el énfasis en los atentados del 11-S
Aunque los historiadores insisten en que son raras las ocasiones en las que un debate ha cambiado la tendencia electoral, el tono de las campañas de demócratas y republicanos refleja el impacto psicológico de los 90 minutos de enfrentamiento televisado. John Kerry da por ganado el duelo sobre política internacional e intenta trasladar ahora la batalla al terreno doméstico. Los estrategas de George W. Bush, que aceptan, aunque no entienden, la derrota en el debate, quieren regresar a la disputa sobre Irak para que el presidente haga lo que casi olvidó hacer el jueves: asociar la guerra con el 11-S.
El equipo de Kerry ha sabido moverse desde el jueves por la noche para que la victoria de su candidato sea presentada como contundente, a lo que ha contribuido la primera encuesta amplia tras el debate: Newsweek da a Kerry 47 puntos frente a 45 de Bush en intención de voto. Su nueva campaña de anuncios en televisión lo establece como un hecho inapelable: "George Bush perdió el debate. Y ahora miente", dice el locutor en un anuncio que empezará a emitirse hoy en las principales cadenas. Kerry se negó a usar el verbo "mentir" durante el debate pese al esfuerzo del moderador por conseguir que lo pronunciase.
La acusación hace referencia al principal argumento que emplean los republicanos para deslucir la actuación de Kerry en el debate. Bush habla ya en los mítines de la "doctrina Kerry", que establece, según su interpretación, la necesidad de consultar con todos los gobiernos del mundo cualquier acción en defensa de EE UU. Los demócratas tratan de explicar que esto no es demagogia, sino mentira, y recuerdan que Kerry también expresó en el debate su apoyo a la política de acciones preventivas.
El equipo de Kerry, poseído por un inocultable sentimiento de excitación, intenta ahora saltar de la escena internacional al bolsillo del electorado. Kerry sentó las bases en el debate al acusar a Bush de favorecer a los ricos y a las grandes corporaciones. En los próximos días, el demócrata hablará fundamentalmente de empleo y sanidad. "Sabemos que hay mucha gente más preocupada por sus puestos de trabajo y por pagar su seguro médico que por lo que ocurre en el otro lado del planeta", dijo Joe Lockhart, consejero en la campaña demócrata.
Al otro lado, los estrategas del equipo de Bush se dividen entre los que están sorprendidos por la pobre actuación de Bush y los que se declaran estupefactos por la contundencia de las críticas; reconocen que Bush no tuvo su mejor debate, pero no creen que fuera tan nocivo. Su objetivo ahora es tratar de borrar las impresiones del debate, y esperan conseguirlo desviando el foco de la micropolítica a la macrodoctrina, es decir, harán que el presidente no hable de la situación actual en Irak, sino de los "nuevos retos heredados del 11 de septiembre", una fecha cuyo concepto tiene para ellos una enorme rentabilidad política. En todo caso, el sentimiento en el cuartel republicano está lejos de la desesperación: "Me acuerdo del impulso que tuvieron durante su convención, y al final aquello quedó en una oportunidad perdida para ellos y ganada por nosotros", dijo ayer Kart Rove, cerebro político de Bush.
DIARIO DE CAMPAÑA
- KERRY, POR DELANTE. En la primera encuesta nacional después del debate televisado del jueves, el candidato demócrata, John Kerry, arrebató el liderato a George W. Bush y se sitúa dos puntos por delante de su contrincante, con un 47% de intención de voto frente al 45%, si se incluye al ecologista Ralph Nader (2%). Según el sondeo de la revista Newsweek, si no se incluye a Nader, Kerry obtiene un 49% frente al 46% de Bush.
- GUERRA DE ANUNCIOS. Los republicanos han decidido difundir a partir de hoy un anuncio televisado que pretende ridiculizar la "doctrina Kerry" de guerra preventiva que, según ellos, estaría sometida al veto de otros países. Los demócratas responderán con otro anuncio que afirma: "Bush perdió el debate y ahora miente acerca del debate". Durante ese debate, Kerry declaró: "El presidente siempre ha tenido el derecho de lanzar una guerra preventiva..., pero si lo hace, hay que demostrar al mundo que es por razones legítimas".
- LA BUENA SALUD DEL CANDIDATO John Kerry goza de buena salud, a pesar de la operación de cáncer de próstata -su padre murió de esta enfermedad a los 85 años- a la que fue sometido el año pasado, según dijo su médico al diario The New York Times. Una revisión de rayos X confirma que Kerry, acusado de exagerar las heridas sufridas en Vietnam, tiene piezas de metralla en su muslo izquierdo.
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