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Reportaje:

Cemex defiende su monopolio en México

Subterfugios legales y amenazas impiden atracar desde julio a un buque cementero

Juan Jesús Aznárez

La odisea en México del Mary Nour revela la magnitud del proteccionismo y la ferocidad de las dos cementeras locales dominantes para impedir el agrietamiento de su virtual monopolio. El buque permanece varado desde el 17 de julio, con 41 tripulantes y 27.000 toneladas de cemento ruso comprado por Comercio para el Desarrollo Mexicano (CDM) y la española Tradeland Commodities. Quieren penetrar en este mercado con precios un 10% más bajos, pero se han topado con Cementos Mexicanos (Cemex), tercer grupo mundial y primero de México, que ha disparado su artillería para desembarazarse de los competidores.

El gigantesco consorcio, fundado en 1906, se ha hecho rico porque, además de su pujanza, se le ha permitido vender la tonelada a un precio muy superior al vigente en los mercados internacionales, según las denuncias presentadas. "La tonelada de cemento vale en México 120 o 130 dólares, 60 en España, 50 en EE UU y en Asia no llega a los 40 dólares". Cemex y el holding suizo Holcim-Apasco controlan el 80% del mercado mexicano, que produce 33 millones de toneladas anuales.

"Se habla mucho acerca de que México es un país abierto al comercio, pero lo que estamos viendo es lo contrario", dice Ricardo Camacho, director CDM. El Mary Nour, cuya carga fue embargada el 29 de julio, no pudo atracar por orden de un juez de distrito de Tamaulipas, a pedido de Cemex, y sus desgracias se sucedieron.

La situación es peliaguda porque la Administración, según consta en los hechos, atiende las directrices de la Cámara Nacional del Cemento (Canacem), que controla Cemex. La pretendida importación, según esa cámara, no cumple con las normas mexicanas y los importadores carecen de infraestructura para almacenar y distribuir la mercancía. Un subterfugio, según todos los análisis.

Portavoces de las dos empresas perjudicadas afirmaron que "ha habido de todo contra nosotros: corrupción judicial y policial, robo y hostigamientos. Todo muy mafioso".

Aunque Cemex admite que sus precios son altos, son los mayores del mercado mundial y lo atribuye, con poca credibilidad, a costos del combustible, mano de obra, transporte y regulaciones. Los operadores han afrontado, según el asesor de CDM, Ricardo Alessio, denuncias variopintas: desde contrabando a tráfico de armas, de inmigrantes y de cocaína... e imputaciones de ser turbios testaferros. Todo indica que Cemex utiliza argucias legales para desanimar a sus posibles competidores. El conflicto está en manos de los tribunales y el barco, en la costa de Tampico.

CDM es una empresa con sede en Monterrey, en la que figuran ex directivos de Cemex, asociada a la jordana CTI y a la española Tradeland.

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