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Columna
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Cuerpo a tierra que disparan los nuestros

No es seguro, ni tampoco lo contrario, que el líder del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, llegue un día a ocupar la poltrona de la Generalitat. Los más escépticos lo tienen claro: no está hecha esa miel para su boca. Sin embargo, debemos recordar que la plaza cotiza a la baja y que cualquier vecino puede aspirar a ella sin necesidad de gastarse un pastón en una sastrería de campanillas y chismosa. Al mismo secretario general socialista se le ve cada día más en sazón y como presto a dar la batalla electoral, aliviado como anda de batallitas orgánicas y partidarias. De momento, al menos.

Sin embargo, sus colegas de Madrid no se lo están poniendo fácil. Unas veces es la racanería y cautelas de los ministros valencianos a la hora de financiar la Copa del América, que la alcaldesa de Valencia y el Gobierno autonómico la quieren suya, como habría de ser en realidad; otras, y ha ocurrido esta semana, es la ministra Cristina Narbona la que se suelta el pelo y declara que está estudiando reducir el número de desaladoras -lo que sería plausible si así procede-, pero nos deja estupefactos cuando añade que, en realidad, no se conocen con exactitud las necesidades de agua en las cuencas mediterráneas. A este paso es más factible canonizar a Pla, por paciente, que potenciarlo a molt honorable.

¿Sabrá la ministra Narbona la temperatura política que tiene ese problema por estas comarcas, especialmente las del sur valenciano y murcianas, donde las mafias del agua llevan de cabeza al fiscal de Medio Ambiente, Emilio Valerio? Claro que lo ha de saber y de ahí la frivolidad en sacar a relucir la precariedad de los datos que maneja su departamento en orden a las urgencias hídricas, las apremiantes y las que pueden pronosticarse a tenor de las mega-urbanizaciones proyectadas. Que esa es otra: ya no se habla por estas tierras de colonizar una ladera o construir unos cientos de adosados en el segundo frente del litoral, una vez devastada la primera línea. Ahora cualquier inmobiliario de media casta no se conforma con menos de varios millones de metros cuadrados recalificados o en expectativa de serlo. ¿Y cuántos habrá en candelero, 20, 50, o más?

La ministra, a partir de su plan A.G.U.A., que ha presentado en Almería, asegura que con cinco desaladoras y un puñado de medidas complementarias habrá bastante para colmar el déficit hídrico de la C.V. ¿Cinco o siete, está segura? Estamos todavía, por lo que parece, en fase de a ojo de buen cubero, no obstante los años de aplicación al PHN y los rifirrafes partidarios. En este aspecto, hay que reconocerlo, la derecha lo tiene más claro: PHN y cierra España. El consejero de Agricultura, Juan Cotino, lo ha dicho: las propuestas del PSOE contra el plan carecen de validez. Hace unos años, un hombre progresista y sensato, el profesor alicantino Ramón Martín Mateos, ex rector de aquella universidad, declaró que los socialistas se oponían al plan por mera venganza contra el PP. A continuación podríamos insertar un florilegio de opiniones cualificadas contra el trasvase del Ebro, que es la molla del PHN. Pero también contrarios a que se meta mano en el del Júcar y en cualquier otra cuenca. Los ríos están para ir a la mar.

Pero eso lo pueden proclamar los profesos de una concepción ecohídrica sin fisuras porque, además de tener razón -o eso se nos antoja-, no aspiran a gobernar ninguna ínsula. Pero tal franquía no está al alcance del mentado líder del PSPV cuando es apretado de tuercas en las comarcas norteñas de Castelló, o en las sureñas de Valencia. Ahí no vale que se desgañite prometiendo más agua, más pronto y de mejor calidad apelando exclusivamente a las desaladoras. Allí apremia el adobe y los campos sedientos, por no citar los otros campos más rentables, los de golf.

Otra cosa hubiera sido, pienso yo, negociar, como lo intentó en una ocasión, algún minitrasvase para cubrir determinadas zonas del país, reponer los acuíferos y, en definitiva, no entregarse atado de pies y de manos a los dictámenes e improvisaciones de la ministra. Los testarudos de Aragón así como los catalanes es muy posible que se hubiesen rendido a esa petición, que no pugnaba con las desaladoras, pues toda agua será poca para el futuro insondable que se pergeña en este litoral y sus aledaños.

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CUERPO DE LETRADOS

Algunos periodistas hemos recibido información anónima acerca del nuevo cuerpo de letrados que se está sacando de la manga un alto personaje del área de Presidencia. Otros abogados, una estructura centralizada y numerosos ceses o jubilaciones, o tal parece. Una arbitrariedad más de las numerosas que ha ejecutado el PP en el capítulo de personal contratado y paniaguado. Las hay a docenas. Pero nos preguntamos: ¿acaso los letrados relevados ganaron la plaza mediante oposición limpia? Si no fue así, ¿qué se reclama? Los corresponsales anónimos deberían matizar, aunque nosotros escudriñaremos.

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