Bruselas advierte a Grecia de que puede perder el fondo de cohesión si no reduce su déficit

La Comisión Europea recordó ayer a Grecia que debe poner en marcha todas las medidas necesarias para reducir el déficit excesivo que padece, mucho más elevado que el comunicado oficialmente por Atenas a Eurostat (la oficina estadística de la UE), porque se arriesga, en caso contrario, a perder más de mil millones de euros del Fondo de Solidaridad, según señalaron ayer fuentes oficiales de la Comisión. Para evitar ese peligro, Atenas deberá situar su déficit público al concluir 2005 por debajo del 3% de su PIB, que es el límite fijado en el Pacto de Estabilidad.

El Fondo de Cohesión para el periodo 2000-2006 es de 18.000 millones de euros, de los que a Grecia le corresponden unos 2.700. Hasta el pasado ejercicio, Atenas había recibido ya 1.077 millones procedentes de ese fondo y este año percibirá otros 536. Por tanto, estarían en peligro los más de mil millones que aún le falta por recibir y que Grecia emplea fundamentalmente para proyectos de medio ambiente y de infraestructuras.

El reglamento del Fondo de Cohesión, en efecto, prevé que el Consejo de la UE (los Gobiernos) puede tomar la drástica medida de frenar la entrega de dinero si el país beneficiado incumple el Pacto de Estabilidad y no pone en práctica las recomendaciones que le dirigen los ministros de Finanzas de la Unión (Ecofin). En julio pasado, y una vez comprobado que Grecia incumplía el Pacto de Estabilidad, el Ecofin exigió a Atenas que redujera su déficit al menos en un punto porcentual antes de concluir el año 2005.

El problema se agravó cuando, la semana pasada, Eurostat difundió oficialmente que el Gobierno griego ha transmitido a esa oficina estadística datos falsos sobre sus déficit al menos desde el año 2000. El desajuste presupuestario en el año pasado fue del 4,6%, y no del 1,7%, como había dicho el Gobierno griego. Por tanto, en julio pasado, cuando el Ecofin lanzó sus recomendaciones sobre Grecia, no había superado ligeramente el 3,5%, como se indicó entonces, sino que probablemente estaba ya muy cerca del 5%.

Mayor esfuerzo

Por eso, el esfuerzo que ahora debe hacer el Gobierno griego para cumplir el Pacto de Estabilidad debe ser muy superior al previsto. Ayer, Atenas hizo público su proyecto de presupuestos y mantiene su compromiso de llegar al final de 2005 por debajo del 3%. En concreto, pretende acabar este año en el 5,3% para llegar en diciembre del año que viene al 2,8%. La credibilidad y la viabilidad de semejante recorte serán analizadas el mes próximo por el Ecofin.

Será en noviembre cuando el Ecofin diga públicamente si Grecia ha puesto o no en marcha las medidas adecuadas para reconducir su déficit, y será a partir de ese momento cuando el Consejo se plantee si opta por paralizar la entrega de ayudas del Fondo de Cohesión. Las fuentes de la Comisión, no obstante, consideran que ya no puede plantearse opción alguna sobre el dinero de ese fondo recibido por Atenas desde 2000 cuando, en contra de lo comunicado por el Gobierno griego, el déficit estaba por encima de lo permitido por el Pacto de Estabilidad.

Un problema similar ya se planteó con Portugal (otro de los cuatro países que perciben dinero de ese fondo, además de España e Irlanda) en 2002, cuando se descubrió que su déficit en 2001 había sido del 4,1%, cuando Lisboa había comunicado a Eurostat que ese año había estado por debajo del 3%. En este caso, sin embargo, el Consejo no llegó a plantearse la interrupción de las ayudas porque Lisboa lanzó un severo plan para cumplir el Pacto.

La transmisión de datos falsos por parte de Grecia ha hecho saltar las alarmas en el Consejo de la Unión. No es, ni mucho menos, el primer caso, pero sí el más grave, porque se desconoce si Atenas también edulcoró sus cifras en los años anteriores, que fueron los que se tuvieron en cuenta para determinar si cumplía los requisitos para entrar en la zona euro (menos del 3% del déficit y deuda por debajo del 60%).

El Consejo de la UE realiza periódicos informes sobre los datos que comunican los países y las desviaciones que se producen posteriormente tras las correspondientes revisiones. Entre marzo y septiembre de 2002, por ejemplo, el déficit de Portugal pasó del 2,2% al 4,1%; el de Italia, del 1,4% al 2,2%; y la deuda en Grecia, del 99,7%, al 107%.