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VISTO / OÍDO
Columna
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Aux armes, citoyens!

La Marsellesa mandaba a los ciudadanos a las armas ("alarma", en español, indica también que hay que acudir a las armas). Ahora les mandamos a la escuela, con la nueva asignatura de este Gobierno. No sé todavía qué supone para él la ciudadanía. Antes era un privilegio: el derecho a la ciudad, que no todos tenían. Ni tienen: la ciudadanía constitucional requiere ser español, y aquí viven cuatro millones de no españoles. La Revolución Francesa implantó los "derechos del hombre y del ciudadano", lo cual significaba una diferencia entre dos categorías. Y, literalmente, dejó a las mujeres fuera de ellos: sin voto.

Los términos han cambiado: derechos humanos, derechos civiles (de civis, ciudad). Y siempre se ha entendido que éstos son distintos del poder: los ciudadanos iban a las armas contra el abusivo, contra la monarquía o gobierno de uno solo. Parecía que la democracia iba a cambiar las cosas, hasta llegar al sufragio universal, y adelantando la edad de votar. Ahora se habla de los 16 años, pero los conservadores claman: sería una entrada en la mayoría de edad general, y hasta esa mayoría se está privado de los derechos generales. Parece claro que la intención del Gobierno expresada por su ministra es la de sustituir la clase de religión por una especie de ética. La ética, otra confusión. La niña de 14 años que necesitó la "píldora del día siguiente" fue rechazada por médicos con código ético propio, cuando el que debían respetar era el de ella. La ciudadanía podría pedir que se expulsase a los médicos públicos que obedecen a otros principios que no son los de la ley común. Un juez negó la ciudadanía española por bigamia a un musulmán, a quien su religión se la permite; pero la ley se la niega al hombre y a la mujer españoles. Sin embargo, España está a la cabeza de las naciones europeas que obligan a Turquía a no penalizar el adulterio si quiere entrar en la Unión.

No entro en mi apreciación de los hechos, pero me gustaría saber lo que es ser ciudadano para la enseñanza: cuál es el programa, y las definiciones. Me preocupa quién va a dar las clases. Hay profesores que defienden la libertad de cátedra, otro problema ético: se defendía frente a Franco o frente a Aznar por personas que querían enseñar la libertad: no sé si se puede defender hoy cuando algunos enseñan el franquismo y la confesión religiosa de los que proceden.

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