Coste olímpico

Uno de los asuntos que a nadie parece preocuparle en relación con la candidatura de Madrid para celebrar los Juegos Olímpicos en 2012 es su coste. Parece comprensible que en un contexto de heroicidad y epopeya como el de los juegos algo tan prosaico se deje de lado. Sin embargo, a nuestros competidores ingleses, acaso porque ellos mismos tienen un carácter más prosaico, les preocupa y mucho como muestra el artículo de Simon Jenkins en The Times (1-9-2004) sobre la candidatura de Londres y que ha generado un debate público que ha hecho que los gobernantes se están pensando si es de verdad razonable (y prioritario) mantener dicha candidatura.

El caso es que el COI exige el desembolso de unos 12.000 millones de dólares para 17 días de desenfreno atlético y una eternidad de deudas (los habitantes de Montreal todavía están pagando sus Juegos, 28 años después) y de costes de mantenimiento de instalaciones innecesarias. El que los Juegos generan beneficios económicos es poco menos que una leyenda urbana sin ningún estudio que lo respalde. Si bien tamaño desembolso es descabellado para países tan pobres como China, cuyos programas de desarrollo se verán condicionados por décadas tras Pekín 2008, es totalmente injustificable en España.