La razón de que los océanos de Marte apenas dejaran rastro

Muchos expertos en Marte están convencidos de que el planeta rojo estuvo en gran parte cubierto de agua en la antigüedad y se basan en indicios convincentes, aunque los datos actuales que toman las numerosas misiones que están allí hacen difícil creerlo. Las huellas que debió dejar el agua no existen en cantidad suficiente como para avalar la tesis de los océanos marcianos, a pesar de los indicios alentadores encontrados, entre otros, por los robots Spirit y Opportunity en su estudio geológico de rocas marcianas y del terreno que recorren.

Uno de los argumentos en contra de la existencia de grandes extensiones de agua es que no se han podido detectar los grandes depósitos de carbonatos que debieron quedar como sedimento al evaporarse el agua en una atmósfera que entonces era supuestamente densa y rica, como ahora, en dióxido de carbono.

Unos científicos españoles tienen una teoría sobre la causa de esta falta de rastro de los océanos y se basan en un terreno que conocen bien, el del río Tinto en Huelva. Su plausible explicación, que ha merecido su publicación en la revista Nature, es que los océanos de Marte eran diferentes químicamente de los terrestres. Su grado de acidez era superior. Si tenían un pH inferior a 6, en vez del pH igual a 8 que tienen los océanos terrestres, no se puede esperar que se formaran carbonatos, explica Alberto G. Fairén, del Centro de Biología Molecular de Madrid (CBM).

El ejemplo del río Tinto

Los científicos españoles, liderados por Ricardo Amils, un experto en el ecosistema del río Tinto, han trabajado con expertos estadounidenses de la Universidad de Arizona. Han reproducido la composición de los supuestos océanos de Marte, que serían ricos en sulfatos y hierro y estarían sometidos a la presión atmosférica del dióxido de carbono, que interactuaría constantemente con el agua. El resultado de este ciclo geoquímico es un océano ácido, con un pH inferior a 6,2, que impide la precipitación de la siderita, considerado el mineral carbonato que se precipita antes.

Para apoyar su tesis de que el océano marciano era rico en hierro, los investigadores recuerdan que la superficie marciana es actualmente mucho más rica en hierro que la terrestre, lo que le da el característico color rojizo. También recuerdan que Opportunity ha encontrado importantes depósitos de sulfato de magnesio en Meridiani Planum.

Este nuevo escenario aumenta su viabilidad cuando se observa, en la Tierra actual, el primer tramo de la cuenca del río Tinto, explican los investigadores. Es un ecosistema muy ácido controlado por la biogeoquímica del hierro, que produce sedimentos ricos en minerales ferrosos y sulfatos similares a los minerales encontrados en Meridiani. Además, este modelo tiene la ventaja de que la vida no queda excluida automáticamente. "La vida es muy diversa en el sistema del Tinto, lo que nos permite sugerir que antiguos hábitats acuáticos ácidos comparables podrían albergar una biosfera primitiva putativa en Marte", concluyen los científicos.