Suben las aportaciones de España a la UE y disminuyen los fondos recibidos de Bruselas

Por tercer año consecutivo, las aportaciones de España a las arcas de la UE aumentarán en 2005, a la vez que disminuyen las transferencias de fondos comunitarios a Madrid. El saldo financiero a favor de España se verá reducido a 5.629 millones de euros, frente a los 6.904 de este año y muy lejos ya de los 8.665 registrados en 2003. La razón fundamental de tal variación reside en el incremento de la renta nacional bruta española en estos años. De ese factor depende la principal aportación de los países a la UE, y por ese capítulo, España entregará el año que viene 6.585 millones, muy lejos ya de los 2.643 que envió en 2000.

España es un país que se aleja con rapidez de los baremos que han jugado a su favor a la hora de aportar menos dinero y recibir buena parte de las ayudas europeas, hasta el punto de que se convertirá, en los próximos años, en un país contribuyente neto a las arcas de la UE si mantiene su ritmo de crecimiento de los últimos años. En ese camino influirá decisivamente también la llegada a la Unión de los diez últimos socios (más Rumania y Bulgaria en 2007), con una renta por habitante muy inferior a la española, un factor determinante en el reparto de los fondos.

La aportación española global a la Unión se incrementará el año que viene un 9,22%, hasta alcanzar los 9.931 millones, frente a los 9.000 de este año y los 7.924 del año pasado. De acuerdo con el proyecto de Presupuestos Generales, el año que viene vuelven a crecer significativamente (un 7,48%) las aportaciones más importantes, las correspondientes a la renta nacional bruta (RNB), la fuente que nutre el 74,5% del dinero comunitario. Cada país aporta en ese capítulo una cantidad proporcional a su RNB y, en el caso español, será de 6.585 millones, lo que supone el 7,9% del total (7,7% este año).

También aumentan los otros dos importantes capítulos de aportaciones a la UE. Por el IVA, España pagará 2.090 millones (un 8,9% más que este año) y, por los llamados recursos propios tradicionales (derechos de aduana), entregará 1.254 (un 17,2% más).

En el otro lado de la balanza, las transferencias comunitarias hacia España disminuyen año tras año, aunque en este caso por el diferente ritmo de los pagos correspondientes a los fondos. España recibirá en 2005 un total de 15.446 millones frente a los 15.912 de este año o los 16.606 del año pasado. Las dos partidas que más disminuyen son las de los fondos estructurales (de 7.503 millones este año a 7.044 el que viene) y la correspondiente a la política agrícola común (PAC), que baja de 6.803 a 6.539.

Dentro de los fondos estructurales, aumentan los de desarrollo regional (de 4.000 a 4.200), pero disminuyen los procedentes del Fondo Social Europeo. Las rebajas en este capítulo de la cohesión se ven ligeramente paliadas porque sí aumenta la partida procedente del Fondo de Cohesión, que pasa de 1.520 millones a 1.791. España se lleva en el periodo 2000-2006 el 62% de los 18.000 millones dedicados por la UE a ese fondo, pero perderá todo derecho al mismo a partir de 2007 si siguen aplicándose las reglas actuales (tener una renta media nacional por debajo del 90% de la media comunitaria).

El saldo financiero de España con la UE ronda el 1% del producto interior bruto (PIB) español. El año pasado supuso 214 euros por habitante. Irlanda (391 euros por habitante), Portugal (333) y Grecia (305) son los otros tres países cuyo saldo con la UE también les resulta favorable en estos años.

Los países que más dinero aportan a las arcas de la UE son Alemania (16.000 millones el año pasado, el 23% del total), Francia (19%), Italia (14%) y Reino Unido (12%). Entre los cuatro financian casi dos tercios del presupuesto de la Unión. Sin embargo, ninguno de ellos es el principal contribuyente neto en términos relativos, un puesto que ocupa Holanda, el país cuyo saldo en su contra en 2003 equivalió al 0,43% de su RNB (1.956 millones).

Son todos estos datos los que están sobre la mesa en la negociación de estos meses sobre las futuras perspectivas financieras o marco financiero de la UE para el periodo 2007-2013, que sustituirá al actual. La Comisión Europea ya ha hecho una propuesta según la cual España puede perder el 30% de los fondos que recibe ahora. Pero aún puede perder más si los países contribuyentes imponen sus tesis para aportar menos dinero a costa, sobre todo, de España, que se convertiría así en el principal financiador de la ampliación de la UE.