El primer paso para crear un espacio común de educación superior europeo
En su origen, el Programa Erasmus se concibió como un primer paso para la creación de un espacio común europeo de estudios superiores. De hecho, esta convergencia del sistema universitario tendrá que hacerse efectivo antes de 2010, según la Declaración de Bolonia. La mayoría de las universidades han puesto ya en marcha todos sus resortes para adaptarse a este espacio europeo común.
"Los objetivos del Programa Erasmus fueron desde el principio fomentar la calidad de la educación y la movilidad entre los estudiantes", señala María Antonia García Bernau, secretaria general del Consejo de Coordinación Universitaria, de la que depende la Agencia Nacional Española Erasmus.
"La Comisión Europea quería sensibilizar sobre la importancia de la ciudadanía europea
y pensó que lo mejor sería ir acostumbrando a los universitarios a moverse fuera de su país. Que algún día fuera posible estudiar una misma carrera pasando por distintas universidades europeas", cuenta una técnica de la oficina Sócrates-Erasmus de la Universidad Complutense de Madrid.
Las ayudas, por tanto, no están destinadas a premiar e invertir en unos pocos estudiantes muy brillantes, sino a repartirlo entre el mayor número posible de alumnos, con el objetivo de que contribuyan a formar una conciencia común sobre Europa. El programa permite profundizar en áreas de especialización, conocer otras metodologías docentes
y aumentar el dominio de los idiomas.
Hasta la fecha, más de un millón de europeos han disfrutado del Programa Erasmus. El objetivo para 2010 es que lo hayan hecho tres millones de estudiantes.
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