Un todoterreno asequible y práctico
Moderno, económico y muy completo. El Tucson es el último todoterreno de Hyundai, un 4×4 de planteamiento familiar con muchas soluciones prácticas que hacen más cómoda la vida a bordo. Aporta una calidad de conjunto más que correcta y, sobre todo, unos precios muy competitivos (desde 19.500 euros), que lo sitúan en ventaja frente a sus rivales.
Formas suaves y compactas
El Tucson supone un nuevo paso adelante en la estrategia de Hyundai para situarse a la altura de las marcas europeas más populares. De momento tiene una de las gamas más completas, con utilitarios, compactos, berlinas, cupés, monovolúmenes y todoterrenos, la mayoría disponibles con motores turbodiésel. Y cada coche nuevo que llega presenta una calidad más cercana a la media europea.
El Tucson es un buen ejemplo. Se trata de un todoterreno ligero (sin reductora) pensado para los usuarios urbanos, muchos de ellos mujeres, que valoran la altura y sensación de seguridad de estos coches cuando se circula en ciudad. Tiene unas medidas compactas (4,32 metros de largo) para mantener la agilidad y poder aparcar, pero cuenta con una moderna carrocería todoterreno que no desmerece frente a sus competidores.
La línea está bien resuelta y refleja las últimas tendencias de los 4×4, cada vez más livianos. Así, tiene un frontal alto y redondeado, un parabrisas con la base adelantada para mejorar la aerodinámica y unos ángulos suaves en las esquinas. Además incluye detalles que le dan carácter, como los aletines de las ruedas, y otros que aligeran su figura, como la línea ascendente de las ventanillas y el portón trasero inclinado hacia delante. Este diseño logra mantener la imagen robusta de los todoterrenos y aporta un aspecto menos pesado de lo habitual que mejora el comportamiento en carretera porque reduce las inercias en las curvas.
Práctico e ingenioso por dentro
El interior es amplio y está muy bien estudiado para el uso familiar. Las plazas delanteras son correctas, las traseras tienen suficiente altura y espacio para las piernas, y el maletero cumple (325 litros). Pero destaca su flexibilidad interior porque ofrece muchas soluciones de los monovolú-menes: los respaldos delanteros se reclinan y forman una cama con los traseros, y éstos permiten reclinar los respaldos y se pliegan para ampliar el maletero.
La funcionalidad se completa con muchos huecos y accesorios que refuerzan sus virtudes familiares: portagafas, bandejas debajo del volante y delante del cambio, cajón bajo el asiento del pasajero, dos posavasos y un apoyabrazos hueco junto al freno de mano, bolsas con portabotellas en las cuatro puertas, otro apoyabrazos atrás con dos posavasos, perchas y red en el maletero... En cambio, aunque tiene un interior moderno, abusa de los tonos grises y el ambiente es algo frío. Pero no hay muchos más puntos débiles, porque los acabados son correctos, la mecánica está bien aislada, aunque tiene ruidos aerodinámicos, y las suspensiones no resultan incómodas.
Tres motores y dos acabados
La gama Tucson cuenta con tres motores, dos de gasolina y un turbodiésel (ver cuadro). Tienen unos precios muy competitivos y, salvo el más potente, se ofrecen con tracción 4×2 (asfalto) o 4×4 y en dos acabados, Comfort y Style. El primero incluye seis airbags, ABS, climatizador, radio-CD y tres años de garantía... Y el Style añade tapicería de cuero, techo solar y otros detalles.
Conclusión
El Tucson es un 4×4 muy polivalente como coche familiar. Tiene una línea moderna, un interior muy práctico y un buen turbodiésel. Circula con la misma soltura en carretera, campo y ciudad, incluye un buen equipo de serie y es el todoterreno ligero con la mejor relación calidad / precio.
EL MÁS ECONÓMICO
El Tucson 2.0 CRDi es el todoterreno ligero con motor turbodiésel más asequible del mercado y también uno de los mejor equipados. Sólo cuesta 1.150 euros menos que su hermano mayor el Santa Fe, y además tiene un equipo de serie más completo, con seis airbags por sólo dos de este último. Y como es algo más pequeño y pesa menos ofrece unas prestaciones también un poco mejores y sobre todo tiene un consumo oficial dos litros más bajo.
La diferencia con el Land Rover Freelander equivalente sube a 3.900 euros y hay que sumarle los airbags laterales (400 euros) y de cortina (450 euros), que en el 4×
4 inglés se pagan aparte. Y tanto el Toyota RAV-4 como el Nissan X-Trail son 4.500 y 4.700 euros más caros, respectivamente. Los dos son más potentes y corren más, pero sólo incluyen dos airbags, aunque el último viene con ESP de serie.
INTERIOR FLEXIBLE Y FUNCIONAL
El diseño interior del Tucson es moderno e incluye un salpicadero y una consola central sencillos y aparentes. Sólo los plásticos grises resultan algo austeros y el radio-CD no está integrado en la consola, lo que facilita el robo. Pero los ajustes y la calidad de acabado no desentonan.
La posición de las cuatro ruedas muy pegadas a las esquinas permite aprovechar mejor el espacio y, junto a las soluciones flexibles de los asientos, potencia su sentido práctico. Para empezar, tiene unas puertas grandes que facilitan el acceso. Y los respaldos delanteros se reclinan hacia atrás y forman una cama con las banquetas posteriores. Además, los respaldos posteriores se pueden regular en inclinación para ampliar el maletero y también se pliegan hacia delante sobre la banqueta con un solo movimiento que deja todo el piso plano hasta el borde del portón.
El maletero no es muy grande porque lleva una rueda de repuesto de verdad y la bandeja está situada más abajo de lo habitual. Tiene una red en un lateral, otra en el piso y ganchos en los respaldos traseros para llevar bolsas sin que se golpeen.
La zaga es atractiva, integra bien el portón y permite abrir por separado la luneta para dejar objetos sobre la bandeja, que lleva la superficie compartimentada.
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