"Todas las miradas cinematográficas estrechas me son ajenas"

Marisa Paredes (Madrid, 1946), musa del cine independiente español - ha trabajado con Agustí Villalonga, Iván Zulueta, Pedro Almodóvar,...- reclamada también por realizadores extrajeros, tiene fama de mujer fría y distante. Sin embargo, no lo es, por lo menos cuando está de promoción. Esta semana ha presentado en el Festival de San Sebastián, Frío sol de invierno, primer largometraje del cineasta donostiarra Pablo Malo, y se ha despachado a gusto sobre la película, el buen hacer del director, la situación del cine español y sus preferencias cinematográficas.

"Me gusta el cine que hace pensar. Me gusta el cine de sentimientos porque soy muy sentimental, pero también me gusta el cine de denuncia y de diversión", confiesa. "Iba a decir que nada del cine me es ajeno, pero sí me son ajenas todas las miradas estrechas, las que sólo van en una dirección".

"Tengo la esperanza de que con los socialistas cambie mucho más que la situación del cine"

La actriz interpreta en Frío sol de invierno a Raquel, una prostituta -"con mucha dignidad"- con un pasado terrible y un presente desdichado, marcado por sus penurias económicas, el trato de sus clientes y los problemas de comunicación con su hijo (Javier Pereira). Su vida da un giro cuando Adrián (Unax Ugalde), un joven que acaba de salir de un psiquiátrico, se cruza en su camino. "Aparte del título y de otras frivolidades, lo que me interesó de esta película fue la historia, como siempre", explica la actriz. "Lo primero es siempre el guión. Luego, me ha sorprendido muy gratamente el resultado", continúa.

"En las películas se habla siempre de lo mismo, de la vida, del amor, del desamor, de la libertad, la soledad, el dolor, la incomunicación,... La cuestión está en cómo se hace. En como hacer que una historia como ésta no acabe en un melodrama barato y Pablo Malo lo ha conseguido yo creo que con mucho acierto".

No es la primera vez que Marisa Paredes, que ha hecho un alto en el rodaje de Reinas, de Manuel Gómez Pereira para promocionar este filme, se presta a participar en la aventura de un joven realizador. "Lo primero por mí", reconoce, "pero luego por ellos, porque siempre es muy estimulante poder ayudar a entrar en un mundo tan caótico y tan fantástico como es el mundo del cine". ¿Tiene esperanza en que la situación del sector cambie con el Gobierno socialista? "Tengo la esperanza de que cambien muchas más cosas que el cine: la educación, la vivienda, el problema del Sáhara, la sanidad, las bodas gays,... Por eso les he votado".