La Mercè saluda el Año del Libro
El pregón del escritor Carlos Ruiz Zafón exalta la literatura y la califica de fiesta para todos Clos dice que al Fórum le sucede la aventura colectiva de Año del Libro
La Mercè dice adiós al Fórum y saluda el Año del Libro. Con un pregonero, además, ideal para ese saludo. El escritor barcelonés Carlos Ruiz Zafón, autor de la novela La sombra del viento, fue el pregonero de las fiestas mayores de Barcelona, que ayer empezaron. "En este Año del Libro [2005], Barcelona es una fiesta para todos, para los que son amigos de los libros y, sobre todo, para los que no saben todavía que lo son", decía en su pregón. La fama y el reconocimiento del escritor, afincado en Estados Unidos y que mañana cumple 40 años, se notó al término del acto de arranque de la Mercè cuando algunos de los invitados a la ceremonia en el Saló de Cent se acercaron a pedirle un autógrafo.
Tras el toc d'inici, los Gegants de la Ciutat y el bestiari salieron a la plaza de Sant Jaume. Allí se había concentrado un heterogéneo grupo de manifestantes: el colectivo anti-Fórum y vecinos de Nou Barris, del Raval y de Sants. Las leyendas de las pancartas era diversas. Iban desde "Fórum = especulación e hipocresia" a "no queremos vías" (ésta, de los vecinos de Sants), pasando por algunas contrarias a las fiestas de la Mercè. No hubo cacerolada, aunque sí silbidos que intentaban competir con el volumen de la megafonía que ampliaba el pregón de Zafón. Las palabras del alcalde fueron saludadas con más silbidos, que se percibían con sordina en el Saló de Cent.El pregón de Ruiz Zafón hizo un recorrido por su infancia, que transcurrió entre el barrio de la Sagrada Família, donde vivía, y los jesuitas de Sarrià, donde estudiaba. El escritor, que describe la Barcelona de la posguerra, los aledaños del Arc del Teatre, donde sitúa su cementerio de libros, y las torres de la avenida del Tibidabo en la novela La sombra del viento, de la que ha vendido más de un millón de ejemplares en todo el mundo, cambió ayer de escenario en su relato.
Explicó en un repleto Saló de Cent sus andanzas por la ciudad con su amigo del colegio, Xavier, "que me sugirió", dijo, "que los libros también también podían hacer un lugar mejor. Me dijo que mientras que él iba a construir puentes y estaciones, yo tenía que hacer el esfuerzo de aprender a escribir". Tras un recuerdo intimista, Ruiz Zafón -que reside desde 1994 en Los Ángeles- se refirió a su idea de la Barcelona a la que quiere volver: "Una ciudad donde las ideas no tienen raza y las culturas con otra piel se sientan en la mesa y no sólo la sirven". Esta ciudad ideal "es una Barcelona que se pelea por la paz, no por ingenuidad ni idealismo, sino porque recuerda la mezquindad y el vacío de las guerras en carne viva (...), al tiempo que se abre a la palabra con todos los acentos del mundo porque aún lleva las cicatrices de la oscuridad y del silencio a tiros". "A veces pienso que ese modelo lo tenemos muy cerca y otras que aún está a medio camino", añadió. "La Barcelona a la que quiero volver es aquella en la que el primer ciudadano sea el diálogo", apuntó.
"Hoy celebramos la apertura de las fiestas de la Mercè, que este año va con gorra del Fórum, y el prólogo de otra gran fiesta, el Año del Libro", dijo. "La nuestra ha sido una ciudad de mercaderes de ideas, de editores, de libreros, de escritores y de lectores", concluyó.
Ruiz Zafón recibió como regalo del Ayuntamiento el tradicional gigante de plata que reciben todos lo pregoneros, así como un dragón gaudiniano.
El alcalde Joan Clos alabó a Ruiz Zafón por ser, dijo, "uno de los nuestros, un barcelonés que está en la América de los sueños". El alcalde explicó: "Ahora que el Fórum acaba, empezamos una nueva aventura colectiva del espíritu", el Año del Libro, en una ciudad que "hace 400 años, cuando Cervantes hizo que Don Quijote la visitara, ya tenía una industria y unos lectores". "Y queremos tener muchos más, ahora que hay estadísticas preocupantes que dicen que los jóvenes ven demasiado la televisión y se están apartando de la palabra escrita", concluyó el alcalde, que ironizó sobre la oportunidad de hacer realidad el cementerio de libros de la novela de Ruiz Zafón.
Los bailes de los gigantes saludaron las ya iniciadas fiestas de la Mercè en una abarrotada plaza de Sant Jaume a la que el presidente catalán, Pasqual Maragall, se asomó discretamente por una ventana del Palau de la Generalitat para contemplar a la gente y oír el pregón del escritor.
En las fiestas de la Mercè de este año, los escenarios principales son la plaza de Catalunya y todo el centro histórico de la ciudad. El BAM tiene como escenarios la Rambla del Raval, la plaza del Rei y la avenida de la Catedral, entre otros. El paseo de Gràcia se volverá a convertir en en el passeig de les persones. El domingo se celebrará la Festa pel Civisme.
El Piromusical, que habitualmente se celebra al pie de las fuentes de Montjuïc, se realizará, con motivo del cierre del Fórum, en las playas de Barcelona. Y en la edición de este año, la tradicional exhibición aérea se traslada al fin de semana próximo.
En cuanto a transporte, el metro no cerrará durante la noche del sábado al domingo y las líneas de autobuses se reforzarán.
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