Jospin rompe su silencio a favor del 'sí' a la Constitución europea
Según el socialista francés, bloquear la UE deja "el campo libre" a EE UU
El socialista Lionel Jospin ha entrado con energía en el debate que divide a Francia sobre la Constitución europea. "Para mí es sí", afirma el ex primer ministro en un artículo difundido por la versión digital del semanario Le Nouvel Observateur, en vísperas de que la revista impresa llegue a los quioscos. Un bloqueo de Europa equivale a "dejar el campo libre a Estados Unidos" y a desviar las energías respecto a las cuestiones prioritarias, que enumera: el crecimiento, el empleo, el progreso social, la investigación, la seguridad, las deslocalizaciones.
Si Francia se responsabiliza de desencadenar la crisis europea, esto culminará el aislamiento al que la han conducido sus "actuales autoridades" (léase el presidente, Jacques Chirac), que han "mostrado demasiada arrogancia, fustigado a los países del Este, maltratado a la Comisión (...) para no obtener finalmente más que un humillante asiento de quita y pon en el nuevo Ejecutivo europeo", sostiene Jospin, en alusión a la cartera de Transportes atribuida a Jacques Barrot en Bruselas, menos relevante de las que tenían Michel Barnier y Pascal Lamy.
Con una apuesta de Jospin por el no, a estas horas podría darse por cierto que la mayoría de la militancia socialista votaría negativamente en la consulta de diciembre, comprometiendo así el resultado del referéndum nacional, previsto en 2005, sobre la Constitución. Como enarbola la bandera del sí, no está tan claro que esto arrastre a una gran mayoría, porque la idea de que la Constitución de la UE consolida el liberalismo ha andado mucho camino en el seno del partido, pero, al menos, va a ser mas difícil votar contra la visión de una persona que conserva el respeto de la izquierda.
Vuelta a la política
Es pronto para asegurar que esto implique la vuelta a la política del jubilado de la isla de Re (el lugar donde el ex primer ministro Jospin pasa la mayor parte del año). La clave política inmediata es que el actual líder socialista, François Hollande, ha necesitado recurrir a su antiguo jefe político para apuntalar su autoridad. Lionel Jospin lo ha hecho sin decir una palabra de los defensores del sí, aplicándose a desmontar los argumentos de Laurent Fabius y demás partidarios del no.
Por ejemplo, cuando califica de "quimérica" la teoría de una crisis salvadora para Europa, ya que "lo que puede temerse, ante todo, es que (la crisis) sacuda al Partido Socialista".
"Si hay un referéndum (sobre la Constitución europea), no se tratará de votar a favor o en contra de Jacques Chirac, sino de aprobar o no un tratado adoptado por 25 Gobiernos. Nuestra respuesta se dirigirá a nuestros socios y a nadie más. Si esta respuesta fuera negativa, el choque se produciría en Bruselas y no en París". Y se muestra completamente seguro de que el presidente Jacques Chirac no dimitirá como jefe del Estado ni aun en el supuesto de un no a la Constitución negociada por él.
Ergo viene a decir el ex primer ministro Lionel Jospin: ¿a quién beneficia una división socialista sobre Europa, que constituye un inesperado regalo para la derecha?
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